No hay dudas de que Juana Viale ha logrado encontrar su lugar en la pantalla de Canal Trece, y es que se encuentra totalmente consolidada en sus clásicos almuerzos de los domingos. Este fin de semana la actriz recibió a Lali González, que habló del fuerte robo del que fue víctima junto a sus compañeros de obra hace tan solo unos días.
No hace mucho Christian Sancho, Tacho Riera, Gladys Florimonte, Lali González y Celeste Muriega, protagonistas de No te vistas para cenar, fueron víctimas de un robo a mano armada durante uno de los ensayos de su próxima obra. Según dieron a conocer recientemente los protagonistas, durante el asalto los jóvenes que ingresaron les pidieron que graben algunos saludos para sus amigos.
Todavía en shock, Lali González relató: «Hace poco fuimos asaltados con un revólver, nos entraron en el ensayo y a punta de revólver. Es verdad que después nos pidieron una foto. En un momento alguien pregunta: ‘¿Nos están asaltando?’. La directora en ese momento no entendió que estaba pasando, no sabía si eran alumnos de ahí o no sé».
«A ella no le llevaron nada. En ese momento fue un shock. Terrible. Estábamos haciendo una escena y entró alguien con un revólver. Era una sala de ensayo de una escuela de teatro. En un momento pensábamos que era una cámara oculta. Cuando nos pidieron las cosas yo agarré mi celular y lo metí dentro del guión, después tiré el guión y me puse cuerpo a tierra. Que fuera lo que Dios quisiera», continuó.
«Son esas cosas que te pasan por la cabeza que reaccionas de esa manera. Después les di todos los anillos, pero no tenía nada más para darles y empecé a buscar qué tenía. A Gladys le llevaron todo. También reconocieron a Tacho Riera, igual que a Sancho. A Muriega le llevaron todo. Gladys tenía como un fajón de dinero y se los dio, pero dentro tenía algo del ginecólogo que también se llevaron. Fue una pesadilla ese día. Fue en la semana pasada. Después del robo quería irme a mi casa y ver a mi mamá», contó la actriz.
Qué dijo Gladys Florimonte
En conversación con un móvil de TN, Gladys Florimonte detalló: «Nos robaron todo. Estábamos en la sala de ensayo y sentimos que alguien había subido. Pero pensábamos que era la dueña del lugar. Se metieron directamente con un revólver y nos pidieron que les diéramos todo lo que teníamos. ‘Dame todo, todo lo que tengan’, decían».
«Yo les di los dos teléfonos y me sacaron los anillos de oro. Nos apuntaron y nos sacaron todo lo que teníamos porque nos amenazaron con ‘llevarse a uno puesto’. Estábamos todos temblando. Nos hicieron grabar videos con saludos para la gente de La Matanza. Después de eso, nos dijeron que nos tiremos al piso. Y nos dijeron: ‘En media hora se levantan’», agregó.