A la tarde, el ciclo conducido por Karina Mazzocco para América TV, ha logrado consolidarse como uno de los programas más vistos de la televisión argentina. No solo sorprenden semana a semana con fuertes primicias, sino que además tienen toda la información sobre las vidas de las figuras más polémicas del mundo del espectáculo.
En esta oportunidad recibieron en A la tarde a Gonzalo Nannis, quien habló de la escandalosa disputa que hay en su familia por la mansión de Olivos. Sin pelos en la lengua, este apuntó directamente contra su hermana, Mariana Nannis: «Ella no quiere que yo tenga plata. Puso excusas de todo tipo para presentarse en una sucesión que le inicié yo apenas murió mi vieja».
«Si yo estuviese muerto mejor para ella, así se la queda ella. No saben el monstruo que tienen atrás», disparó Gonzalo Nannis, a lo que Luis Bremer señaló: «Mariana no está viviendo en la riqueza, tiene problemas económicos. Está esperando una división de bienes de una pareja que hasta ahora viene planchadita. Tiene una casa en Marbella que está descuidada».
Fue entonces que Gonzalo Nannis se puso del lado de Claudio Paul Caniggia en medio de su conflicto judicial: «Una cosa es tenes noción de lo que puede pasar y otra cosa es delirar con lo que pretende. Yo le doy la derecha al Pájaro Caniggia, lo desplumó toda la vida, se la pasó gastándole la plata. Mariana tiene un departamento que vale dos palos verdes en Miami y el Faena que vale 700 lucas».
«No la conocen a Mariana, no le gusta pagar nada, siempre espera que alguien le pague las cosas. No sabe nada de la vida, está en bolas. Estamos peleados por la avaricia que tiene. Si yo les contara lo que quiso hacer con mi padre diez años atrás la terminó de sepultar. Hasta ahora lo callé, me lo contó mi viejo y es un horror lo que quizo hacer. No tiene límites, una vez lo dijo en lo de Susana Giménez, ‘por un dólar te mato'», afirmó.
Sin miedo a nada, Gonzalo Nannis recordó lo que Mariana Nannis le hizo a su padre: «Mi viejo no conocía a sus nietos, los vio después de 23 años. Lo invita a Marbella a mi viejo y le pide que vaya solo, le pareció raro. Mi viejo tenía hace muchos años una herencia muy grande para cobrar que nunca fue porque él decía que la plata se la ganaba, nunca fue a buscarla. Nosotros nos enteramos de grandes de esto. Entonces Mariana le pide que la acompañe a la escribanía para firmar un poder con el juicio de la herencia».
«Llegan y firman. Mi viejo no lo lee todo y pidió una copia para leerla a la noche. Cuando empezó a leer la letra chica se quería matar. Decía que si mi viejo se moría la única que tenía derecho a quedarse con todo era ella, ni siquiera la mujer de mi viejo. Al otro día mi viejo se levantó y le dijo que no, fue y rompió el poder. Los primeros quince días ella lo llevaba a comer afuera, lo llevaba a pasear; los últimos días no le dio ni quince de bola. Mariana es un monstruo, ustedes no la conocen», sentenció.