Benjamín Vicuña decidió contar lo que vivió y brindó detalles de su particular experiencia. Sucede que el famoso actor protagoniza «El silencio de Marcos Tremmer», una ficción en la que representa a un hombre que le oculta su diagnóstico de cáncer a sus seres queridos.
Sobre ese proyecto en particular, Benjamín Vicuña precisó: «Lo que plantea, en el caso del personaje, es si es correcto o no mentir así ocultando una enfermedad con el fin de cuidar a los otros Ese es el dilema, eso es lo que presenta la película y ahí eso puede generar mucho debate».
«Hasta el momento, con su itinerancia de festivales de La Habana y Mar del Plata me ha permitido ver que es de esas películas que la gente sale del cine, y no solo disfruta y se emociona con un nudo en la garganta, sino que también da para charlar, para pensar, para debatir sobre algo tan delicado, que muchas veces no queremos hablar ni mencionar, como es la muerte, la enfermedad, como son los derechos y deberes de nuestra propia vida», agregó Benjamín Vicuña en su diálogo con Pagina12.
Además, el exmarido de Pampita comparó su vida personal con la del personaje que le tocó llevar adelante: «Este personaje no tiene hijos; hay un tema también ahí con la paternidad, con el no poder ser padre, y por lo mismo destina todo el caudal amoroso en su pareja».
«Y, por ahí, quizá puede ser un desborde. Soy una persona que le doy al amor un lugar muy importante en mi vida; sin embargo, a diferencia del personaje, sí tengo hijos, y a la hora de tomar decisiones, de pensar en el otro, es inevitable que ponga a mis hijos por delante de cualquier otra situación, circunstancia o pareja. Creo que ahí tengo una gran diferencia con el personaje», comentó Benjamín Vicuña para concluir con el tópico.
La emotiva reflexión de Benjamín Vicuña
«Hay tantos duelos como personas existen, es súper individual. Y la forma de acompañar también. No dar un consejo cuando no te lo piden. Acompañar físicamente ya es muchísimo: la atención, poder estar, poder abrazarse», aseguró y añadió: «Cuando lo exige una conversación, profundizar en temas que por ahí nos dan miedo. Estar. Y hasta ayudar desde cosas básicas de logística: llevar a los chicos al colegio, hacer las compras en el supermercado».