Cierra un gran año para la Bodega Federico Mena Saravia, un salto de calidad en la cuarta generación de bodegueros de la familia. Tim Atkin, el prestigioso periodista, master of wine y uno de los críticos de vinos más renombrados, le otorgó 91 puntos a su Viña Centenaria Malbec. Esta cucarda sella un brillante presente y un futuro prometedor.
No es la primera vez que los vinos de la Bodega Federico Mena Saravia obtienen altas calificaciones en el mercado. La incorporación de nuevas tecnologías dio vida a una nueva etapa, donde la exportación a países del Este, como Noruega, es una realidad. De la mano de su dueño, Federico Mena Saravia, miembro de la decimotercera generación de propietarios de la emblemática finca ubicada en Hualfín, Catamarca, la bodega abrió un nuevo horizonte, y hoy forma parte de Wines of Argentina.
Hualfín, un vergel en el oeste catamarqueño, en el extremo de los Valles Calchaquíes, guarda una historia con múltiples atractivos, que van desde el romance hasta la conquista, pasando por conmovedoras historias de patriotas, incluyendo el paso del general Lavalle por la estancia y el nacimiento de zambas como corolario de tertulias familiares. Así es Hualfín, y de tal tierra, tal vino.
La tradición es parte fundamental de la Bodega Federico Mena Saravia, y como tal está presente en cada rincón. Los viñedos, algunos centenarios, llevan el nombre de miembros de las distintas generaciones que residieron, amaron y transmitieron su devoción a Hualfín a lo largo de los años, desde 1668, en plenas guerras calchaquíes.
La etiqueta del Viña Centenaria Malbec no deja nada librado al azar. Ataviada con tonos sobrios enmarcados de dorado, invita con su descripción: “Vino de color rojo intenso con bordes violáceos. Muy frutado, recuerda a ciruelas, pimienta y especias. Delicado y elegante, de buen cuerpo y volumen, taninos muy suaves, de largo y armónico final”.
Un vino de estas características solo puede darse en la conjunción de altura -tiene 1870 metros sobre el nivel del mar-, suelo franco arenoso y pedregoso, ideal para el malbec y el torrontés, y una gran amplitud térmica, que se traduce en días muy soleados, donde al anochecer la temperatura desciende bruscamente, permitiendo que las uvas reposen, con una lenta maduración que se traduce en el desarrollo de compuestos aromáticos, acidez equilibrada, intensos colores, taninos más finos, que otorgan complejidad y una elegante estructura.
Quién es Tim Atkin
En el mundo del vino, su nombre es sinónimo de prestigio. Este crítico es además periodista especializado en vinos, con publicaciones en “Wine Spectator”, “Decanter” y “The World of Fine Wine”.
En el año 2001 obtuvo el título de “master of wine”, uno de los máximos galardones en el cosmos del vino. No es para menos, para acceder a él es necesario sortear una larga lista de exigencias: un profundo conocimiento del vino, examen riguroso que incluye catas a ciegas, teoría y trabajos de investigación, un largo proceso que lleva entre 3 y 5 años, que exige el máximo esfuerzo.
En Tim Atkin también destaca la vocación docente y su costado artístico, con excelentes fotografías que retrata a la perfección este maravilloso mundo en sus viajes, y que han sido objeto de muestras alrededor del mundo. Los consumidores, los distribuidores y las bodegas aprenden de sus informes, ya que sus análisis ponen en el radar a bodegas y viñedos exclusivos que destacan por su excelente producción.
Método de calificación
La exigencia de Tim Atkin hace que un vino que haya obtenido entre 90 y 94 puntos se considere con acabado nivel de excelencia y altamente recomendable, destacando por su equilibrio y calidad. Como él mismo se afana en afirmar, a partir de 90 puntos se considera un vino de gran calidad, lo que eleva el prestigio de las bodegas que lo obtienen. Raramente otorga estos puntajes, y más raramente aún el de 95 a 100 puntos.
Los informes anuales que publica sobre determinadas regiones vitivinícolas son muy esperados. Así dedica el análisis a Sudáfrica, Argentina, Chile, España, Francia y Portugal, evaluando también países con producción vinícola de calidad como Italia, sobre todo en Toscana y Piamonte, en catas y artículos periodísticos, también en Australia, Nueva Zelanda, Europa del Este y Grecia.
Gran presente y un futuro más que prometedor para la Bodega Federico Mena Saravia. Vinos de excelencia, con una gran historia que los respalda, el amor puesto en los viñedos y la calidad como único motor.
