Los participantes de Gran Hermano 2025 viven un momento más que dramático, puesto que, fueron anulados del 75% de su presupuesto para comida. En este sentido, los participantes tuvieron la oportunidad de elegir frutas y verduras en el kiosco. Sin embargo, por mayoría se terminaron volcando por 3 atados de cigarrillos más un sobre que contenía una sorpresa. Finalmente, la decepción se hizo presente en la casa al descubrir que el premio era un juego de la Oca.
Por otro lado, cada uno de los participantes de Gran Hermano 2025 tuvieron reacciones diferentes a lo sucedido. Sumado a esto, Brian terminó reprochándole a Santiago por sus decisiones a la hora de hacer las compras en el supermercado. Rápidamente, algunos trataron de poner paños fríos y tratar de pensar en positivo en este panorama.
Posteriormente, quien decidió tomar la palabra en Gran Hermano 2025 fue Andrea. Además, manifestó: «Estoy re enojada, en serio. Porque seguimos eligiendo la sorpresa, la sorpresa. No sé qué espera el grupo. Quizás algo de la familia, supongo yo. Los entiendo también, pero ya 3 sorpresas. 3 juegos, re bien, pero no estoy de acuerdo».
«Se las comieron»: Nuevamente, desafiaron la hegemonía de Sandra en la cocina y se desató el conflicto en Gran Hermano 2025
La cocina resultó un tema central dentro de la casa de Gran Hermano 2025. En este sentido, Sandra Priore tomó el control de la cocina e inició un gobierno con mano de hierro sobre la disposición de los alimentos. Sin embargo, sus compañeros volvieron a desafiar su hegemonía y desobedecieron una disposición puesta por ella. Puntualmente, la participante puso en el congelador una pizza, pensando en poder consumirla durante el almuerzo con el resto de la casa. No obstante, sus compañeros se adelantaron.
Posteriormente, los participantes de Gran Hermano 2025 sacaron la pizza del congelador y se comieron varias porciones. Puntualmente, Claudio expresó: «¿Qué se va a levantar Sandra? Y si se levanta, ¿qué problema hay?», aseguró, restándole importancia. Finalmente, Sandra se despertó y se encontró con la sorpresa: «Las pizzas que estaban congeladas para almorzar se las comieron. Quedó una sola, eran seis. Les chupa un huevo».
