La reciente expulsión del senador entrerriano Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por contrabando de dinero, reavivó la discusión sobre las circunstancias que llevaron a la exclusión o sanción de legisladores nacionales desde la recuperación de la democracia en Argentina. Casos de corrupción, desórdenes de conducta y escándalos públicos han jalonado la historia del Congreso, dejando lecciones sobre ética y moral en la función pública.
El caso más reciente: Kueider y el contrabando de dólares
Kueider fue expulsado tras ser sorprendido con una suma millonaria en dólares sin declarar, un escándalo que sacudió al Senado y marcó un precedente bajo el Gobierno de Javier Milei. Su salida, aprobada por la mayoría del cuerpo, se inscribe en una línea histórica de sanciones que comenzó con el regreso de la democracia en 1983.
Juan Emilio Ameri: el escándalo del “diputeta”
En 2020, durante una sesión virtual en plena pandemia de COVID-19, el diputado salteño Juan Emilio Ameri protagonizó un incidente bochornoso: fue sorprendido en cámara realizando actos íntimos con su pareja. Aunque se presentó una moción para expulsarlo, Ameri optó por renunciar antes de que el pleno se pronunciara, cerrando uno de los capítulos más escandalosos del Congreso.
Julio De Vido: de diputado a detenido
El 25 de octubre de 2017, la Cámara de Diputados desaforó al exministro de Planificación Julio De Vido tras una votación en la que incluso integrantes del Frente para la Victoria facilitaron su salida. De Vido fue detenido ese mismo día por supuestas irregularidades en el manejo de fondos públicos vinculados a Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
Suspensiones en lugar de expulsiones
En 2005, el Senado decidió no expulsar, pero sí suspender al senador puntano Raúl Ochoa por «desórdenes de conducta». La medida, que incluyó la pérdida de su sueldo, se aplicó mientras la Justicia resolvía su caso por doble voto en las elecciones de 2001.
Un antecedente similar ocurrió en 1995, cuando el diputado Eduardo Varela Cid fue suspendido por admitir que pidió coimas a empresarios para modificar la ley de privatización del Correo argentino.
Norma Ancari y las amenazas televisadas
En 2002, informó NA, la diputada bonaerense Norma Ancari renunció a su banca después de amenazar de muerte a integrantes de un programa televisivo. Su dimisión evitó una expulsión inminente que ya había sido dictaminada por la comisión de Asuntos Constitucionales.
Casos de lesa humanidad y violencia institucional
El Congreso también rechazó los pliegos de Antonio Domingo Bussi y Luis Abelardo Patti, ambos acusados de delitos de lesa humanidad, impidiéndoles asumir como diputados en 1999 y 2005, respectivamente.
En 1988, Horacio Cambareri fue sancionado levemente tras apoyar la sublevación carapintada de Monte Caseros desde su banca en Diputados.
La expulsión por “indignidad moral” de Ángel Luque
Uno de los casos más emblemáticos ocurrió en 1991, cuando Ángel Luque, diputado catamarqueño, fue expulsado tras hacer declaraciones vinculadas al homicidio de María Soledad Morales. “Si mi hijo hubiera matado a esa chica, yo tendría el poder para que ese cadáver no apareciera nunca más”, había dicho Luque en una entrevista, desatando una ola de indignación.
Lecciones de ética pública
Los episodios de expulsión y sanción en el Congreso muestran cómo el comportamiento de los legisladores afecta no solo la imagen del Parlamento, sino también la confianza ciudadana en las instituciones. La historia reciente, marcada por el caso Kueider, reitera la necesidad de preservar la transparencia y la responsabilidad en los cargos públicos, elementos fundamentales para fortalecer la democracia.