El Gobierno nacional expresó una enérgica reacción tras la detención de Nahuel Gallo, un gendarme argentino arrestado en Venezuela bajo acusaciones de espionaje. El ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, desmintió las declaraciones de Diosdado Cabello, quien había afirmado que el uniformado viajaba por el mundo con solo 500 dólares, lo que lo convertiría en sospechoso. Wertein explicó que Gallo estaba radicado en Uspallata, Argentina, y solo había realizado viajes a Chile, desmintiendo las acusaciones de un supuesto viaje internacional masivo.
El canciller aseguró que las autoridades venezolanas están manipulando la realidad, y que Gallo viajaba exclusivamente por motivos familiares. Su esposa se había trasladado a Venezuela para asistir a su madre, y Gallo había viajado a visitarla. Según Werthein, las autoridades venezolanas están acusando a Gallo de cumplir misiones sin evidencia, lo que ha generado una creciente preocupación en la diplomacia argentina.
Tensión internacional y falta de apoyo de la ONU
Werthein subrayó que la situación refleja la violencia y la falta de un Estado de derecho en Venezuela. El canciller agregó que el Gobierno argentino está trabajando activamente con Brasil para resolver el caso y repatriar a Gallo, quienes representan los intereses argentinos en Caracas. Sin embargo, la complejidad de la situación se ve reflejada en los distintos códigos entre las democracias y los regímenes no democráticos.
Por otro lado, Wertein también lamentó la falta de acción de organismos internacionales como la ONU, cuestionando su indiferencia ante el caso. En sus declaraciones, el ministro señaló que mientras algunos funcionarios internacionales siguen promoviendo resoluciones políticas, el Gobierno argentino está luchando por la liberación del gendarme, sin tolerar este tipo de abusos.
Patricia Bullrich y la advertencia a Venezuela
En paralelo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también expresó su rechazo a la detención de Gallo, y lanzó una severa advertencia a Diosdado Cabello, número dos del régimen de Nicolás Maduro. Bullrich afirmó: “Liberá a Nahuel Gallo o atente a las consecuencias”, intensificando aún más la retórica confrontativa en las relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela.
La tensión aumentó cuando Cabello respondió irónicamente a las declaraciones de Bullrich, sugiriendo que la detención de Gallo no tendría consecuencias graves y descalificando las amenazas argentinas. Cabello, en un tono provocador, también se burló de la situación, sugiriendo que la presencia de Gallo en Venezuela no era más que una fachada.
¿Una escalada diplomática?
El enfrentamiento entre ambos gobiernos se intensifica mientras las autoridades argentinas continúan luchando por la liberación de Gallo. Con un clima diplomático cada vez más tenso, la detención de este gendarme ha puesto a prueba las relaciones bilaterales y la capacidad del Gobierno argentino para proteger a sus ciudadanos fuera del país.
La comunidad internacional observa de cerca este caso, que podría ser un reflejo de los crecientes problemas de derechos humanos en Venezuela. Mientras tanto, el Gobierno argentino continúa su presión para resolver el caso, sin mostrar signos de ceder ante las provocaciones de Caracas.