El Papa Francisco dio una entrevista exclusiva al medio audiovisual porteño Ciudad Orbe 21. Allí se expresó sobre temas de la actualidad que atraviesan a la religión católica y a las sociedades. Habló sobre la guerra en Ucrania y el conflicto entre Palestina e Israel.
Además, se expresó sobre la actualidad de Argentina y el programa de gobierno que se ha aplicado. Al respecto, la entrevistadora, Bernarda Llorente, le preguntó:
«Enfrentamos un clima de ajuste, donde uno de los puntos a recortar son la cultura y la educación…» Francisco, sin dudar, dio una respuesta contundente: «hacer ajuste en educación es un suicidio programado de un país. No se puede hacer ajuste en el desarrollo educativo, no se puede. Es criminal»
La postura de Francisco sobre la protesta estudiantil
«A mí me alegra, cuando veo que tanta gente, cuando hay un ajuste de este tipo, se opone. Incluso los jóvenes. Es curioso, ellos se dan cuenta y se oponen», confesó el sumo pontífice.
Bergoglio se refirió positivamente a las manifestaciones estudiantiles. Sin embargo, no hizo referencia solo a las de Argentina, sino que también recordó las de otros territorios y repitió su famosa frase: «hagan lío».
La educación, el principal enemigo de las dictaduras
El Papa Francisco planteó que la educación y la cultura son un bien inmaterial e inalienable. «La educación es un alimento, es lo mismo que quitarle la comida a la gente. La educación es la comida del alma, de la mente, del espíritu», dijo.
Teniendo en cuenta la doctrina religiosa del catolicismo, negarle el pan a una persona es una gravedad. Por lo que, entendiendo la analogía realizada por Bergoglio, se vuelve indispensable evitar el ajuste.
A veces, en los países un poco dictatoriales, ya sea con dictaduras confesadas o dictaduras encubiertas, una de las víctimas principales es la educación
Estas palabras de Bergoglio abren un nuevo debate en lo referido al Presupuesto 2025. Considerando la polarización que menciona que es el nuevo orden mundial, existe una ideología totalitaria y otra liberal. En el primer caso, el sumo pontífice denuncia los peligros del control excesivo sobre la educación.
Sin embargo, plantea que la educación tiene dos salidas en esto esquemas: la «ideologización», que lleva a un pensamiento unívoco, o el «vaciamiento», que relaciona con el liberalismo. Este último, señala, es lo que afecta directamente a la calidad educativa.
«Cuando la educación se vacía, solo los hijos de los ricos son los que tienen acceso a una buena educación, o la universidad», se lamentó. «La historia de la educación de nuestra patria es muy lindo. Siempre nuestro pueblo tuvo el sentimiento de que la educación es una cosa que no se toca», agregó.
En ese punto, Francisco I rememoró su recorrido como estudiante y puntualizó la importancia de la Universidad. «No se debe decir que la universidad solo es un lugar para los hijos de los ricos, el pueblo necesita de la universidad, de la cultura universitaria», subrayó. Además, indicó que «un país tiene que proveer a que su Universidad cree los nuevos cerebros del futuro. En eso, Argentina tiene buena fama. ¿A cuántos profesionales nuestros los reclaman desde el extranjero?».