Este jueves la agenda política argentina estuvo marcada por la sesión especial en el Senado. A raíz de la detención de Edgardo Kueider por la tenencia de miles de dólares sin declarar en Paraguay, el debate político comenzó a girar en torno a la corrupción.
A semanas de la falta de quórum para la Ley Ficha limpia en Diputados, surge un nuevo interrogante sobre la corrupción en el poder legislativo. La compra de influencias es una hipótesis que comenzó a barajarse en este último tiempo.
Si bien Kueider fue electo en Entre Ríos por el partido político Unión por la Patria, su año en funciones fue cercano al oficialismo. Hasta el comienzo del debate de la Ley de Bases, Kueider respondía a la voluntad del peronismo. Pero, como denunció el senador Mayans, «de un día para el otro comenzó a votarle todo a Milei».
A partir de esto, desde el Frente de Izquierda decidieron presentar un proyecto de ley para dejar sin efecto la votación de la Ley de Bases. Este proyecto, además, pretende investigar el cambio de voluntades en la votación de esta ley, cuya sanción y tratamiento marcó la agenda.
Ahora, mientras la izquierda postula este proyecto en Diputados, el peronismo hará lo mismo en Senado. En el cierre de un primer año de gobierno marcado por la agenda legislativa, la lucha contra la corrupción pone contra las cuerdas a Javier Milei.
La corrupción, ¿se negocia?
El conteo de votos para que se tratara la expulsión de Kueider tuvo como hecho bisagra la orden emitida por Arroyo Salgado. Durante la semana hubo intentos de correr el foco de discusión hacia el peronismo, pero sin una propuesta de acción.
Mientras tanto, el peronismo buscaba actuar con la misma celeridad con la que, en 2020, se destituyera al diputado Juan Ameri. En este punto, el proyecto de investigación de los cambios de postura durante la votación de la Ley de Bases sentaría un precedente en el poder legislativo argentino.
En caso de que este proyecto fuera aprobado, aunque hubiera una pérdida política para el oficialismo, se obtendría una ganancia a nivel moral. En las encuestas hace ya ocho años que entre los primeros cuatro puntos de interés la sociedad marca la corrupción.
Ahora, la banca del senador destituido pasará a ser de Stefanía Cora. Esta senadora parece que volverá al bloque de Unión por la Patria, luego de que Kueider conformara un interbloque al romper con el peronismo.
La posibilidad de dejar sin efecto la Ley de Bases, entonces, abre la puerta a un futuro en la política en la que la corrupción no sea negociable. Este hecho podría haber sido un golpe mortal al peronismo, pero ahora la bomba está rotando y puede estallarle a cualquier partido.