Una familia tipo necesitó ingresos por 1.001.466 pesos en noviembre para no estar bajo la línea de pobreza. Hace minutos, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación correspondiente a noviembre alcanzó el 2,4%, consolidando una tendencia de desaceleración en los precios al consumidor. Este dato representa una marcada diferencia en comparación con los registros interanuales, donde el incremento acumulado llegó al 166%.
La variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 1,1% durante el mes de noviembre, mientras que la variación mensual de la canasta básica total (CBT) fue del 1,5%. Con respecto al incremento acumulado de CBA, en el año se acumuló un 82,5%, mientras que el de la CBT fue 102%. El requerimiento para no ser pobre en noviembre para un adulto fue de $324.099.
En tanto, la Canasta Básica Alimentaria, que solo calcula la comida mínima para la subsistencia y marca la línea de la indigencia, aumentó 1,1% en noviembre, por lo cual un adulto necesitó ingresos por más de $142.149 y una familia tipo $439.240 para no ser indigente.
La diferencia en la suba de ambas canastas se debe a la incidencia de los precios que incluye la CBT como vestimenta, transporte, educación y salud. De estos ítems, educación registró el mayor incremento mensual del mes, en 5,1%; transporte 3,4%; y salud 2,9%.
Inflación de noviembre
Este miércoles, el INDEC informó que la inflación correspondiente a noviembre alcanzó el 2,4%, consolidando una tendencia de desaceleración en los precios al consumidor. Este dato representa una marcada diferencia en comparación con los registros interanuales, donde el incremento acumulado llegó al 166%.
El resultado está alineado con las expectativas tanto del Gobierno como del mercado, que proyectaban cifras inferiores al 3%. En octubre, el índice de precios al consumidor había marcado un incremento del 2,7%, siendo este el menor aumento registrado en los últimos tres años, con un acumulado interanual del 193%.