El Gobierno nacional cerró diciembre sin realizar ningún desembolso en concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a las provincias, acumulando un saldo sin distribuir que asciende a $700.000 millones. Este monto, que representa un récord histórico, se suma a una larga lista de estrategias políticas disponibles para la administración de Javier Milei.
Los ATN, que constituyen fondos federales destinados a asistir a provincias con desequilibrios financieros o emergencias, se componen del 1% de la masa coparticipable y suelen ser distribuidos de manera discrecional. Este año, sin embargo, el Gobierno ha reducido drásticamente el reparto, dejando a las provincias con un saldo acumulado, ya que se basaban en un esquema presupuestario elefantiásico dependiente del Estado nacional.
Reclamos provinciales sin respuesta
Un gobernador de la oposición señaló que, aunque su distrito no enfrentó grandes problemas financieros este año, el retraso en los fondos afecta directamente a las provincias más vulnerables. “Es plata que nos corresponde, y hay provincias con déficit a las que les significa un número importante”, afirmó.
Hasta noviembre, el Ejecutivo había transferido solo $45.300 millones en ATN, apenas el 10% del total disponible. Esto marca un contraste significativo con años anteriores: en 2023 se distribuyeron $179.000 millones y en 2022, $129.000 millones.
Una distribución marcada por las alianzas políticas
Las transferencias reflejan afinidades políticas y vínculos estratégicos. Misiones, gobernada por Hugo Passalacqua, encabeza la lista de beneficiados con $13.000 millones en el año, mientras Tucumán, liderada por Osvaldo Jaldo, recibió $6.500 millones. Ambos mandatarios han mantenido una relación cercana con la administración de Milei, respaldando varias de sus iniciativas en el Congreso.
En contraste, provincias gobernadas por figuras cercanas al kirchnerismo, como Buenos Aires (Axel Kicillof) y Santiago del Estero (Gerardo Zamora), no recibieron ningún desembolso. Esto refuerza la percepción de que los ATN han sido utilizados como herramienta política, según su grado de colaboración con la agenda del Gobierno nacional.
Un ajuste histórico
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, defendió la política de reducción de los ATN, argumentando que el Gobierno ha disminuido en un 91% las transferencias discrecionales a las provincias en términos reales. “Desde el inicio de nuestra gestión, reservamos este mecanismo exclusivamente para emergencias”, afirmó durante su última exposición en el Senado.
Sin embargo, el recorte en los ATN no es el único ajuste que enfrentaron las provincias. También se redujo la ejecución de obra pública, subsidios al transporte y fondos para educación, entre otros recursos esenciales.
Impacto político y económico
Gobernadores de todo el país cerraron el año con una serie de reclamos sin resolver, desde la falta de compensaciones por el consenso fiscal hasta la deuda por cajas jubilatorias provinciales. A pesar de ello, muchos mandatarios provinciales han colaborado en el Congreso con el oficialismo, ya sea para garantizar quórum o para apoyar proyectos clave.
De cara a 2025, año electoral, las provincias deberán seguir lidiando con la incertidumbre sobre la distribución de los ATN y otros recursos federales. Aunque algunos gobernadores han conseguido concesiones puntuales, como créditos internacionales y proyectos específicos, la gran mayoría encara el nuevo año con expectativas limitadas frente a la política de ajuste implementada por el Gobierno nacional.