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POLÍTICA

Javier Milei retrasa el llamado a extraordinarias mientras aísla más al PRO y asegura tener los votos para aprobar los proyectos

Desde Casa Rosada aseguran que la sorpresiva internación de Guillermo Francos demoró la decisión del presidente.

Guillermo Francos

El presidente Javier Milei volvió a posponer la firma del decreto que convoca a sesiones extraordinarias en el Congreso, en medio de tensiones políticas y con un trasfondo de negociaciones internas. Según fuentes del Gobierno, la demora está vinculada a la situación de salud del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien permaneció internado en la clínica de la Sagrada Familia por un chequeo médico. Sin embargo, otras versiones apuntan a que todavía persisten dudas sobre los temas a incluir en el llamado, a pesar de que el vocero presidencial, Manuel Adorni, había anunciado en redes sociales el inicio de extraordinarias para el 5 de diciembre.

Desde la Casa Rosada aseguran que los proyectos que se tratarán en extraordinarias ya cuentan con dictamen y respaldo suficiente, por lo que no ven necesario convocar a negociaciones formales con el bloque del PRO ni con otros aliados legislativos. “No estamos conversando los temas con los otros bloques, es decisión nuestra”, explicó una fuente cercana a Milei.

El plan original del Ejecutivo era firmar el decreto este viernes pasado para que fuera publicado en el Boletín Oficial el lunes y dar inicio a las sesiones la próxima semana. La hoja de ruta contemplaba reuniones de comisión el martes y sesiones plenarias entre miércoles y jueves, con un cierre previsto para el 27 de diciembre. Sin embargo, la internación de Francos y posibles ajustes en la agenda legislativa llevaron a que la convocatoria se postergue al fin de semana.

Temas en agenda y tensiones políticas

El decreto incluirá iniciativas prioritarias para el oficialismo, como la eliminación de las elecciones primarias (PASO), la ley antimafia, el juicio en ausencia y la limitación de los fueros parlamentarios. Sin embargo, quedó fuera de la lista la nueva versión de la Ley de Ficha Limpia, una medida impulsada por el PRO que busca impedir que personas con condenas judiciales puedan ocupar cargos públicos.

La exclusión de Ficha Limpia, un proyecto en el que trabajaban Francos y el abogado Alejandro Fargosi, marcó un punto de quiebre en la relación entre La Libertad Avanza y el PRO. Desde el partido de Mauricio Macri interpretaron esta omisión como una señal de desinterés del Gobierno, especialmente después de que la sesión para tratar el proyecto original fracasara por falta de quórum. La tensión escaló a niveles inéditos, con comunicados cruzados y recriminaciones públicas entre ambos espacios.

Confianza en los votos

A pesar de las tensiones con el PRO, en Balcarce 50 confían en tener los votos necesarios para aprobar todas las iniciativas, incluso contando con el respaldo de algunos sectores del peronismo. La reforma electoral, que incluye la eliminación de las PASO y cambios en el financiamiento de partidos políticos, es uno de los proyectos con mayor consenso dentro del oficialismo.

Además, el Gobierno descarta reunirse con gobernadores provinciales para coordinar apoyos en el Senado, argumentando que los temas a tratar no afectan directamente a sus distritos ni a los fondos federales que reciben. Esta estrategia refuerza la percepción de que Milei busca centralizar las decisiones y evitar depender de alianzas tradicionales.

El trasfondo político

La decisión de no incluir Ficha Limpia en el temario también alimenta especulaciones sobre posibles acuerdos con el peronismo para proteger a figuras clave, como Cristina Kirchner, quien enfrenta una condena ratificada por la Cámara de Casación. Aunque desde el oficialismo descartan esta lectura, la exclusión del proyecto generó descontento en sectores del PRO, que lo consideran una bandera clave en su lucha contra la corrupción.

Mientras tanto, la relación entre LLA y el PRO atraviesa su momento más tenso desde que Milei asumió la presidencia. La falta de diálogo para coordinar el temario de extraordinarias y las diferencias en torno a proyectos clave profundizan el aislamiento del macrismo, que enfrenta el desafío de mantenerse relevante en un escenario político cada vez más polarizado.