El presidente Javier Milei comenzó su mandato con una firme promesa de ajuste en el gasto público, y durante su primer año de gestión, esa promesa se materializó en una serie de recortes significativos a lo largo de su Gabinete. La “motosierra”, como símbolo del recorte de presupuesto, fue aplicada sin piedad, y aunque algunos ministerios lograron evitar los cortes más severos, varios sectores del gobierno vieron disminuidas drásticamente sus partidas.
A lo largo del 2024, Milei no solo redujo el número de ministerios, sino también los cargos políticos de alto rango, reduciendo a la mitad la estructura del Poder Ejecutivo comparado con la administración de Alberto Fernández. El ajuste en los salarios de los empleados públicos también fue significativo, con una contracción salarial del 20,3% interanual en términos reales. Esta profunda reestructuración refleja la impronta de un gobierno decidido a achicar el Estado y reducir los costos, aunque el impacto no fue igual en todos los sectores.
Excepciones en el ajuste: Cancillería y Jefatura de Gabinete
Sin embargo, no todos los ministerios sufrieron el recorte de la misma manera. En un hecho llamativo, la Cancillería fue el único ministerio que no solo zafó del ajuste, sino que vio aumentado su presupuesto en un 176%, superando incluso la inflación del año. Esta ampliación se justifica por la necesidad de afrontar los gastos de los diplomáticos argentinos en el exterior, lo que incluye gastos en moneda extranjera. Aunque la gestión no despidió a gran parte de la planta, a pesar de las amenazas de Milei de hacer auditorías en su política exterior.
La Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Defensa también se libraron en gran parte de los recortes. A pesar de la intención de ajuste, ambos ministerios recibieron ampliaciones en sus partidas que empardaron la inflación, permitiendo que continúen con sus actividades sin sufrir grandes recortes. En el caso de la Jefatura de Gabinete, la necesidad de mantener la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) fue uno de los factores que evitó los recortes, dado el impacto que podría tener en los programas de pensiones.
Áreas con recortes severos: Seguridad y Obras Públicas
Por otro lado, las áreas más afectadas por los ajustes fueron aquellas relacionadas con la infraestructura y la obra pública. Por ejemplo, los presupuestos de instituciones clave como la Dirección Nacional de Vialidad y la Secretaría de Obras Públicas cayeron más del 90% en términos reales. La gestión de la infraestructura pública no parece ser una prioridad en el gobierno de Milei, lo que podría tener consecuencias graves para el desarrollo de proyectos clave y la mejora de la infraestructura del país.
El ajuste también se hizo sentir en el sector ambiental y en el área de deportes. A pesar de los esfuerzos de Daniel Scioli por mantener algunas de estas áreas, los recortes en medio ambiente y deportes fueron notables.
Reforzamiento de la estructura presidencial y la SIDE
Una de las áreas que, curiosamente, se benefició con el ajuste fue la estructura cercana a la presidencia. El anillo presidencial creció exponencialmente bajo el gobierno de Milei, con un aumento significativo en el número de cargos dentro de la Secretaría General de la Presidencia, encabezada por Karina Milei, hermana del presidente. Con 90 cargos y un presupuesto que creció un 244%, esta área se consolidó como una de las más poderosas dentro del gobierno, un reflejo de la creciente centralización del poder.
Además, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) experimentó un aumento del 211% en su presupuesto, a pesar de que el Congreso había rechazado el aumento de $100 mil millones en sus gastos reservados. Estos incrementos en la SIDE y en otras áreas vinculadas a la seguridad y defensa reflejan la prioridad que el gobierno le otorga a estos sectores, a pesar del ajuste generalizado en otras áreas del Estado.
