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ECONOMÍA

Los peligros de la apertura hacia un esquema bimonetario: Javier Milei deberá sentar las reglas para todos los sectores

Los especialistas recuerdan que el sistema bancario local colapsó en 2001 al otorgar préstamos en dólares a sectores que no los generaban.

Javier Milei

El presidente Javier Milei ha reiterado su compromiso de abrir la economía argentina a un esquema bimonetario, donde los ciudadanos puedan elegir entre pesos o dólares para sus transacciones cotidianas. En su discurso por cadena nacional, Milei aseguró que a partir de ahora, todos los argentinos podrían comprar, vender y facturar en dólares, con la excepción del pago de impuestos, que seguirá realizándose en pesos. Sin embargo, este enfoque genera importantes interrogantes sobre los riesgos asociados a una mayor utilización de dólares en la economía, especialmente en cuanto a los préstamos bancarios.

Uno de los puntos más controversiales de la propuesta es el de los préstamos bancarios en dólares. Tras el exitoso blanqueo, los depósitos en dólares en el sistema financiero argentino crecieron considerablemente, lo que permitió una expansión del crédito en moneda extranjera. Sin embargo, esto trae consigo el riesgo de repetir los errores del pasado, cuando el sistema bancario local colapsó debido a la práctica de otorgar préstamos en dólares a sectores que no generaban dólares, como ocurrió durante la crisis de 2001, cuando la devaluación del peso quebró a numerosos bancos.

El reconocido economista Marcos Buscaglia, advierte que permitir a los bancos extender créditos en dólares a sectores que no generan ingresos en esta moneda, en el marco de un tipo de cambio sobrevaluado, podría tener consecuencias devastadoras para la economía. Según Buscaglia, un esquema de este tipo incentivaría a las empresas a endeudarse en dólares, dada la menor tasa de interés en comparación con los créditos en pesos. Esta práctica podría ser muy peligrosa si no se establece una regulación adecuada que limite el riesgo de una crisis cambiaria y financiera, similar a la que ocurrió en Perú en los años 90.

La experiencia peruana como referencia

El análisis de la crisis peruana en los años ’90 puede ser útil para comprender los riesgos de un sistema bancario bimonetario sin la debida regulación. En ese país, un fuerte crecimiento de los depósitos y créditos en dólares, que representaban casi el 90% de los depósitos totales, llevó al sistema bancario a un colapso cuando se produjo un brusco fin de los flujos de capital hacia los mercados emergentes, exacerbado por la crisis rusa de 1998.

En respuesta, Perú implementó medidas macroprudenciales, limitando los préstamos en dólares y estableciendo encajes diferenciados para depósitos en dólares y soles, lo que permitió a su sistema financiero estabilizarse.

La necesidad de un enfoque prudente

Para evitar los peligros de una expansión desmedida de los créditos en dólares, Argentina deberá encontrar un camino intermedio que combine un régimen bimonetario con medidas macroprudenciales. Esto implicaría, por un lado, permitir el uso de dólares en la economía, pero al mismo tiempo establecer regulaciones que estimulen el crédito en pesos y eviten el sobreendeudamiento en moneda extranjera.

Buscaglia sugiere que se deben mantener restricciones para ciertos tipos de créditos, como hipotecas o préstamos a pymes, y establecer límites de endeudamiento en dólares en relación con el capital de las empresas grandes.

Además, el país deberá trabajar en fortalecer sus reservas internacionales mediante un tipo de cambio más competitivo y políticas que favorezcan las exportaciones netas, no solo los ingresos financieros. Sin un aumento en las reservas, el sistema financiero podría enfrentar graves dificultades, ya que las reservas netas del Banco Central siguen siendo negativas, lo que limita la capacidad del país para manejar una crisis cambiaria.