En un contexto de creciente tensión política en el Senado, Mariano Recalde, senador de Unión por la Patria, lanzó duras críticas hacia su excompañero de bloque, Edgardo Kueider, quien en los últimos días esta en el ojo de la tormenta por poseer 200 mil dólares en Paraguay de forma no declarada.
«Durante dos años se sentó al lado mío y después se fue del bloque. Evidentemente votaba y trabajaba a favor de Milei«, afirmó Recalde en A24, dejando en claro su descontento con la alineación de Kueider. En este marco, el senador propuso una sesión para tratar su expulsión del Senado, argumentando que la situación es «evidente, flagrante e indiscutida».
Propuesta de expulsión y cuestionamientos internos
Recalde insistió en que no se puede tolerar la permanencia de Kueider en el Senado tras lo que considera una traición al espacio que lo llevó al cargo. «Ahora, parece que algunos lo quieren defender, lo quieren cuidar y no quieren que se vaya«, denunció, sugiriendo divisiones internas en la estrategia para sancionar al legislador.
El senador también se refirió al origen político de Kueider, recordando que accedió a su banca a través de las listas del peronismo: «Entró por el peronismo y se vendió. La discusión que estamos dando en el peronismo es clave. En su momento, Alberto Fernández puso el dedo y fue quien eligió a Kueider. Estamos trabajando para no tener el peronismo que se vende. Basta de Scioli y basta de Kueider«.
Acusaciones de «compra de votos»
Recalde fue aún más lejos al plantear que el voto de Kueider a favor del oficialismo de Milei no fue casual: «Era grave porque entró con la boleta del peronismo y terminó votando a favor de Milei. Siempre que se compra a un diputado o un senador, es para cagar a la gente, es para votar una ley en contra de la gente. Nunca hace falta plata para votar en favor de jubilados, docentes o niños«.
Impacto político
La propuesta de expulsión de Kueider evidencia las tensiones internas en la oposición y el desafío que enfrenta Unión por la Patria para reconfigurar su identidad tras las elecciones presidenciales. Este episodio no solo pone en el centro del debate la relación entre el oficialismo y sectores opositores, sino también la necesidad de una autocrítica dentro del peronismo, especialmente en relación con sus procesos de selección de candidatos.
La sesión para definir el futuro de Kueider promete ser uno de los momentos más tensos de la actual dinámica legislativa, mientras el Senado se prepara para decidir si su permanencia en la Cámara Alta es compatible con los valores que representó al ser elegido.