Siempre directo, sincero y sin pelos en la lengua. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Luca Martin, el hijo de Nancy Dupláa y Matías Martin, quien ya confirmó que se integrará a Sex, la obra de teatro de José María Muscari.
Ahora, en una nota con Pronto decidió hablar de todo y principalmente de sus padres. «Mis viejos, los dos, tanto mi madre como mi padre, estuvieron súper a favor del trabajo, encantados y emocionados porque estaba tomando un nuevo desafío. Lo que los dos plantearon, y es totalmente verdad, es que Sex es algo que nunca hizo mi viejo, lo que nunca hizo mi vieja, no solo porque literalmente no lo hicieron, sino porque es algo como teatro inmersivo, algo diferente, algo bastante único, algo especial. Los dos con mucha alegría recibieron la noticia de mi incorporación», afirmó sobre su incorporación a Sex.
«A mi viejo nunca le tuve que pedir un trabajo. Lo que tuve que hacer básicamente fue plantearle ‘Che, tengo una idea para una columna, ¿Te interesa esto?’. Y le interesó a él, le interesó a la cabeza de la radio en ese momento, a la producción del programa en ese momento y al equipo del programa en ese momento. Ahí es cuando nació mi camino como trabajador de este mundo, hablando de cine con mi viejo. Nunca tuve que pedirle directamente nada, siempre fue más una cuestión de propuestas con mi padre», lanzó
Sin tapujos, Matías Martin decidió ir por más. «Lo mejor fue poder trabajar con mi viejo en algo tan especial. También haber podido hacer un game show en Argentina, un game show en general, fue haber hosteado un programa de televisión, fue haber presentado algo tan divertido como, repito, es un game show. Lo peor quizás fue el hecho de que haya sido un game show y de chicos lo que te planteaba a veces la situación un poco incómoda de tener que ver como gente perdía y se ponía mal, eso era un poco difícil a veces. Era un poco bajonero», se sinceró.
Fue allí cuando le preguntaron por su madre, Nancy Dupláa. «Heredé un poco la melancolía y también la honestidad emocional que tengo. Con mi vieja nunca hubo ningún espacio para negar tus emociones y siempre se pudo hablar todo. Mi mamá también tiene esa melancolía medio clásica de ligeros bajones, como soy yo, y yo siento que eso viene un poco más de ahí, y eso está bueno porque siempre me dio la noción de que estoy en sintonía con mis emociones. Nunca fui de meter las emociones adentro», explicó Luca Martin.
«De mi papá creo que saqué un poco la pasión, un poco de trabajar, de querer ser, de querer significar, por no decir el carisma, creo que no tengo ni la mitad de carisma que tiene mi viejo, lo sé, lo sé perfectamente, pero creo que de él saqué un poco mi carisma, mi capacidad para comunicarme», sentenció.
