La integrante de Madres de Plaza de May-Línea Fundadora y una de las fundadoras del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) Laura Jordán de Conte falleció el domingo 29 de diciembre. Durante la última dictadura militar, Jordán de Conte se unió a Madres tras la desaparición de su primer hijo, Augusto María Conte, y brindó ayuda psicológica a las victimas del terrorismo de Estado.
Laura Jordán de Conte, nacida en Buenos Aires, se volcó al activismo tras la desaparición de su hijo mientras cumplía el servicio militar obligatorio en 1976. Jordán de Conte se unió a Madres de Plaza de Mayo donde comenzó a denunciar la desaparición de los jóvenes y exigir respuestas la régimen militar. Su mayor contribución fue el impulso que dio a las áreas de Salud Mental y Memoria en el CELS, donde brindó acompañamiento psicoanalítico a las personas afectadas por desapariciones forzadas y la violencia estatal.
Con su experiencia como psicoanalista, Jordán de Conte adaptó las teorías y herramientas de su disciplina para tratar el trauma de las víctimas del terrorismo de Estado. El Centro de Estudios Legales y Sociales recordó sus primeros años de trabajo: «Durante la dictadura hacía citas y convertía su auto o un bar en su consultorio psicoanalítico para personas que estaban clandestinas. Fuera del auto, creó el área de Salud Mental de CELS para acompañar a las familiar víctimas. Participó de los flamantes encuentros Nacionales de Mujeres y, junto a otras, se puso el pañuelo blanco en la cabeza para evitar la represión policial durante las primeras marchas».
Jordán de Conte presidió la organización tras el fallecimiento de su fundador, Emilio Mignone, en 1998 hasta el 2000. Tras su fallecimiento, el CELS compartió una carta despidiendo a su miembro fundadora, donde recordaron: «La memoria de Laura en el CELS es que hablaba bajito, muy bajito. Por eso prestábamos atención para escucharla bien; era exigente y a cambio enseñaba mucho y más«. La Legislatura porteña la reconoció como personalidad destacada en 2017 por su trabajo en el campo de los Derechos Humanos.
«Laura tenía las herramientas del psicoanálisis y claridad política, eso llevó ella al encuentro con la Línea Fundadora de Madres y al CELS. Ella buscaba a su hijo, pero con los años encontró a jóvenes que habían sido robados y comenzaban a recuperar su identidad. Se encontró con realidades para las que no había marco teórico , por lo que tuvo que inventar herramientas y adaptar técnicas para acompañar a las infancias, adolescencias y juventudes», agregaron desde la organización.
