La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, volvió a referirse al caso de Nahuel Gallo, el gendarme argentino secuestrado en Venezuela. En una entrevista con TN, Bullrich afirmó que la detención de Gallo por parte del régimen de Nicolás Maduro es «una declaración de guerra a la Argentina«. Además, cuestionó las acusaciones del dirigente chavista Diosdado Cabello, quien había insinuado que Gallo realizaba actividades de espionaje. «Nadie que va a hacer espionaje dice que es gendarme», subrayó.
Un régimen bajo sospecha
La ministra Patricia Bullrich enfatizó que este hecho trasciende las diferencias políticas entre ambos países. «Una cosa es tener malas relaciones y otra cosa es secuestrar gente», destacó. Según Bullrich, el caso de Gallo no es aislado: el régimen venezolano habría detenido al menos a 20 personas de distintas nacionalidades, incluidas de Brasil, Colombia y Estados Unidos. «Lo que están haciendo es juntar rehenes para negociar antes del 10 de enero, cuando asume el nuevo mandato ‘el hijo de Chávez'», explicó.
Bullrich también valoró que Cabello haya reconocido públicamente la detención de Gallo. «Es importante porque en otros casos ni siquiera han admitido tener prisioneros. Ahora queremos saber en qué condiciones está y exigimos que lo devuelvan de inmediato», indicó.
Una estrategia internacional de Maduro
Para Bullrich, el secuestro de Gallo forma parte de una maniobra del régimen de Maduro para ganar visibilidad global. «Lo quieren mostrar al mundo como parte de una estrategia. Nosotros queremos su devolución sin ningún tipo de condicionamientos. No podemos dar detalles de las gestiones porque está en juego su vida», advirtió la ministra.
Por su parte, el presidente Javier Milei también se refirió por primera vez al caso durante un acto oficial en el Colegio Militar. «Fue detenido por las fuerzas de seguridad a cargo del dictador Nicolás Maduro por el único delito de visitar a su pareja e hijo», afirmó. El mandatario aseguró que su administración «agotará todas las vías diplomáticas» para lograr el retorno seguro de Gallo al país.
El caso del gendarme argentino no solo ha tensado aún más las relaciones entre Argentina y Venezuela, sino que también pone en evidencia las prácticas del régimen chavista, que acumula denuncias por violaciones de derechos humanos. Con la vida de Gallo en peligro, el Gobierno argentino enfrenta un complejo desafío en el plano diplomático y humanitario.
El cabo primero Nahuel Gallo forma parte del escuadrón 27 de “Uspallata”, en Mendoza; custodiando el paso fronterizo entre Argentina y Chile Paso Cristo Redentor de Horcones. Durante diciembre, Gallo decidió utilizar su licencia anual para viajar a Venezuela a visitar a su pareja e hijo, sin embargo, fue detenido en la frontera entre Colombia y Venezuela el domingo 8.
Desde el Gobierno ya son varios los funcionarios que manifestaron su desaprobación por la detención ilegal del cabo, quien se encuentra en un centro de detención para opositores conocido como El Helicoide, donde se denunciaron varias violaciones a los derechos humanos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que el Gobierno «tomará las medidas que tenga que tomar para que Gallo vuelva a casa«.