Muchísima preocupación es la que se ha generado en torno a Jorge Lanata, uno de los periodistas más importantes de los medios de comunicación de nuestro país, quien ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño del público durante tantos años de trabajo. Pero desde hace seis meses mucha por su vida en una internación interminable.
Actualmente se encuentra en el hospital Italiano, y a pesar de que en algún momento se pensó en un nuevo traslado a una clínica de rehabilitación, hoy todo el se encuentra descartad. Quien habló al respecto y sobre la terrible secuela que enfrenta, fue su hija mayor, Bárbara Lanata, en una nota con La Nación+.
«Mi papá está estable. Es un día a día. O sea: no está ni mejor, ni peor. Ahora lo que pasa es que le duele mucho la cara y las escaras. Eso es típico de las internaciones y la traqueostomía, lo conectan a una asistencia respiratoria solo a la noche. Durante el día lo desconectan y él puede hablar con la válvula fonatoria. Está comiendo por el botón gástrico porque al estar tanto tiempo entubado y con la traqueostomía perdió la capacidad de deglución», expuso.
«Tiene que hacer rehabilitación de deglución. Además, está con una sonda. Eso a la larga es como la intubación, no está bueno tener el tubito atravesándote la nariz. Entonces le hicieron un botón gástrico: un agujerito que va directo al estómago, que es algo que pidió como requisito el lugar de rehabilitación porque es más cómodo para los pacientes, él está alimentándose así. Está mejor de lo que estuvo», aclaró Bárbara Lanata.
Inmediatamente, la joven productora decidió ir por más. «Todavía no lo van a mandar a rehabilitación porque para eso necesita estar estable varios días, sin fiebre, sin dolor, sin problemas de presión. Hay veces que le baja o le sube la presión y a veces se agita. No es que esté mal, pero tampoco está para rehabilitación: quieren estar muy seguros», lanzó.
«Él habla. Tiene días mejores y días peores, en los que está más perdido. No está 100% ubicado. Hay días en los que te dice perfecto que está en el Italiano. No sabe bien qué día es porque obviamente está perdido en el tiempo, pero sí sabe que está en el Italiano. Nos reconoce, pero hay días en los que le dan más calmantes y eso lo hace perderse más, o delirar. A veces grita por Nélida que es la tía que lo crió, pero eso también normal. Hablar, habla, y está más ubicado que en otro momentos, pero tampoco te voy a decir que está lúcido como para estar en la radio, no. Son seis meses de internación en los que lo operaron y durmieron varias veces para hacerle estudios o curaciones», sentenció Bárbara Lanata.