Connect with us

Hola, qué estás buscando?

POLÍTICA

Polémica por el dron de ciudadanos rusos encontrado en la terraza del Congreso: podía registrar imágenes y filmar con audio

El operativo fue llevado a cabo por personal de la Policía Federal en conjunto con la División de Explosivos.

Congreso

Una situación confusa e inquietante se desarrolló en la madrugada del domingo, cuando un dron fue encontrado en la terraza del Congreso Nacional, generando incertidumbre sobre sus posibles intenciones. El incidente, que comenzó como un simple reporte de extravío, terminó revelando un dispositivo con capacidades para grabar imágenes y sonidos, lo que disparó las alarmas de seguridad y generó sospechas de espionaje o alguna otra maniobra no esclarecida.

La tarde del sábado, dos ciudadanos de nacionalidad rusa, quienes se presentaron con un carrito de bebé, se acercaron a la seguridad del Congreso para informar que un dron que llevaban consigo se había perdido. A pesar de no ofrecer detalles específicos sobre cómo ocurrió la pérdida, pidieron a la seguridad del edificio que, en caso de encontrarlo, lo entregaran en la comisaría más cercana. Ante la rareza de la situación, la vicepresidente Victoria Villarruel, responsable de la seguridad en el Congreso, ordenó una investigación urgente.

Personal de la Policía Federal, junto con la División Explosivos, realizó un rastrillaje completo por el Congreso, que incluyó la revisión de terrazas y patios internos. A medida que avanzaba la operación, las sospechas crecían, sobre todo al considerar la naturaleza del dron y el comportamiento extraño de los solicitantes.

El hallazgo del dron y las sospechas en aumento

Pasada la 1 de la madrugada del domingo, los equipos de seguridad encontraron finalmente el dispositivo, un DJI Mavic Mini Pro4, un modelo pequeño pero avanzado, equipado con una memoria Samsung. Aunque su valor no parecía elevado, la capacidad del dron para grabar imágenes y sonidos despertó las inquietudes sobre sus posibles usos. Ante la gravedad del hallazgo, se activó el protocolo de intervención judicial y la causa fue derivada a la Justicia Federal.

La investigación y las identidades

A lo largo de la mañana del domingo, tres individuos de origen ruso se presentaron en la comisaría del Congreso. De los tres, uno de ellos, Pavel Bandurin, tenía un DNI argentino, habiendo obtenido la ciudadanía en octubre después de haber ingresado al país en mayo de ese año. Los otros dos, Igor Lomakin y Vitaly Kharlabo, provenían de Brasil y Etiopía, respectivamente, y eran turistas en Argentina con pasaporte ruso.

La Justicia Federal, bajo la supervisión del juez Sebastián Ramos, identificó a los involucrados, pero decidió no tomar medidas adicionales hasta esclarecer por completo los motivos detrás de los sobrevuelos del dron y la intención detrás del extraño comportamiento de los rusos.

Preocupaciones y un contexto internacional delicado

Este episodio se suma a una serie de incidentes que han generado tensiones entre las autoridades argentinas y los diplomáticos rusos. Apenas unos días antes, un diplomático de la Embajada de Rusia se negó a someterse a un examen de alcoholemia durante un control de tránsito en Buenos Aires. Además, la noticia de que dos espías rusos habían vivido en Argentina durante años, recibiendo honores por su labor, también ha alimentado las preocupaciones sobre posibles actividades de espionaje en el país.

A pesar de la falta de evidencia clara sobre si el incidente en el Congreso fue un acto de espionaje o una coincidencia, las autoridades argentinas están tomando este tipo de sucesos con mucha precaución. El hecho de que el dron tuviera la capacidad de grabar imágenes y sonidos en un lugar tan sensible como el Congreso deja abierta la posibilidad de que se haya intentado obtener información de manera ilegal.