La controversia por el cambio en los planes de medicamentos del PAMI continúa. En esta ocasión, el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, ha generado una fuerte reacción en los medios al describir el reciente plan de «readecuación» de las coberturas de medicamentos del PAMI como una forma de «eutanasia encubierta». Esta declaración hace referencia a un término utilizado por el Papa Francisco en 2023 para criticar a sistemas de salud que privan a enfermos y ancianos de los medicamentos esenciales.
Durante una conversación con Mitre Córdoba, Rossi expresó su profunda preocupación por la situación económica de muchos jubilados en la provincia. “Quien pensó esto no pisa la tierra”, afirmó, subrayando que numerosos ancianos se ven obligados a destinar una parte significativa de sus ingresos a la compra de alimentos básicos, lo que les fuerza a elegir entre alimentarse o medicarse. Esta realidad, según el arzobispo, constituye una forma de muerte lenta para muchos.
En respuesta a las críticas de Rossi, las autoridades del PAMI defendieron las medidas implementadas. En un comunicado, reconocieron que la institución ha enfrentado desafíos económicos debido a la falta de políticas nacionales adecuadas y a las moratorias previsionales que casi llevaron al PAMI a la quiebra. «Afrontar esta situación requiere de orden y un esfuerzo constante», explicaron. Además, destacaron que solo el 0,2% de las consultas y el 0,8% de las internaciones en la provincia corresponden a extranjeros, argumentando que la atención a no residentes tiene un impacto mínimo en el sistema de salud bonaerense.
Cómo es el nuevo sistema
Las nuevas regulaciones del PAMI restringen la cobertura gratuita de medicamentos a aquellos afiliados con ingresos netos inferiores a un haber previsional mínimo y medio, equivalente a $389.398 en diciembre. Además, los hogares con conviviente que posea un Certificado Único de Discapacidad (CUD) deben tener ingresos mensuales totales menores a tres haberes previsionales mínimos para acceder a estos beneficios. Para ello, los beneficiarios deben realizar un trámite que acredite el cumplimiento de los requisitos establecidos.
En su homilía del pasado domingo, Rossi reiteró su denuncia, afirmando que «para muchos es muerte» al tener que elegir entre comer o medicarse. También mencionó las duras esperas que enfrentan los jubilados para recibir atención médica, comparándolas con situaciones de extrema miseria. «La espera de una guardia en el hospital no es grata. La espera de un jubilado, que en vez del júbilo de recibir una buena jubilación, tendrá que optar entre comer o medicarse», declaró Rossi, enfatizando que esta situación representa una «eutanasia disimulada» como lo expresó el Papa Francisco.
La defensa del Gobierno nacional
Por otro lado, Manuel Adorni, vocero presidencial, presentó argumentos defendiendo las modificaciones propuestas por el gobierno nacional. Citó ejemplos de provincias como Salta, Jujuy, Mendoza y Santa Cruz, que ya han implementado cobros por atención médica a extranjeros, alegando que estas medidas generan ahorros fiscales y mejoran la atención para los ciudadanos residentes. Adorni también reconoció que se definirán los detalles de cómo se aplicarán estas medidas a nivel nacional, especificando las particularidades de cada especialidad y requerimiento médico.
La controversia pone en relieve las tensiones entre la necesidad de asegurar la sostenibilidad financiera del PAMI y la garantía del derecho a la salud de los jubilados. Mientras el PAMI defiende la urgencia de ajustar las coberturas para evitar una quiebra, voces críticas como la del arzobispo Rossi denuncian que estas medidas afectan gravemente la calidad de vida de los más vulnerables.