El próximo jueves desde las 11:00, el Senado de la Nación debatirá qué harán con el senador detenido en Paraguay, Edgardo Kueider. El kirchnerismo quiere echarlo de la Cámara Alta, el entrerriano exige una licencia hasta que se resuelva el caso y La Libertad Avanza apuesta a suspenderlo hasta el 1 de marzo. Sin embargo, esto no termina allí porque esto podría derivar en un papelón histórico o en que también sea suspendido el kirchnerista Oscar Parrilli.
Lo que sucede es que el ala K del Senado sostiene que deben expulsarlo por tener una causa judicial abierta, algo que no convence del todo al oficialismo que se inclina por suspenderlo. Sin embargo, LLA pidió sumar en el temario una posible suspensión a Parrilli, quien también tiene causas judiciales abiertas y deberían aplicar lo mismo para con él.
Para que esto se concrete, dos tercios de la Cámara Alta deben votar de manera positiva, una condición que podría derivar en un papelón institucional sin precedentes. Lo que ocurre es que nadie da el brazo a torcer y, si todo se mantiene así, ninguna de las tres opciones tendría dos tercios de votos y no habría resolución sobre el caso de Edgardo Kueider, en un hecho preocupante para el Congreso.
La mecánica de La Libertad Avanza es simple: si se aprueba la expulsión de Kueider, también debería aprobarse la de Oscar Parrilli y así el kirchnerismo perdería a uno de sus hombres de mayor peso en la Cámara Alta. En caso de que eso no suceda, sería un hecho sin precedentes para el Congreso que legisladores con causas abiertas permanezcan en sus cargos porque no hubo acuerdo entre los bloques.
¿Por qué el kirchnerismo quiere la expulsión?
Horas después de conocerse que Edgardo Kueider estaba detenido, el kirchnerismo se movió rápido y solicitó la expulsión del senador por Entre Ríos, quien fue electo por la lista del Frente de Todos, pero hoy es aliado del Gobierno. Lo que sucede es que en caso de ser expulsado su reemplazante será la diputada camporista Stefanía Coria.
El kirchnerismo, que por ahora cuenta con 33 senadores, pasaría a tener 34 votos en su bloque, lo que les daría más fuerza y le quitaría un aliado al Gobierno. Por su parte, un oficialismo de poca fuerza con una oposición dialoguista nutrida conformarían 37 legisladores, un escenario levemente más parejo que el actual. Sin embargo, todo se resolverá mañana.