El Gobierno de Javier Milei anunció un incremento en las tarifas de luz y gas a partir de enero, pero el foco principal está puesto en los cambios que se discutirán en el esquema de subsidios energéticos. Actualmente, el sistema está segmentado en tres grupos de usuarios según su nivel de ingresos: altos, medios y bajos. Sin embargo, el objetivo de la Secretaría de Energía es simplificar esta clasificación en solo dos grupos: aquellos que reciben subsidios y quienes no.
La reestructuración de los subsidios tiene como objetivo focalizar la asistencia estatal en los sectores más vulnerables. Según fuentes oficiales, «la idea del subsidio es que todo el mundo tenga acceso a la energía, y por eso tenemos que focalizar la ayuda en la gente de menores ingresos que necesita que el Estado le dé una mano». Para ello, se está mejorando la integración de bases de datos y desarrollando sistemas tecnológicos con el apoyo financiero del Banco Mundial y el BID.
En la actualidad, de los 16,2 millones de usuarios de energía eléctrica, 9,5 millones reciben algún tipo de subsidio, con predominancia del grupo N2, que incluye a hogares con ingresos por debajo de la canasta básica total. En el caso del gas, 5,3 millones de usuarios están subsidiados de un total de 9,5 millones.
El Gobierno planea avanzar con la eliminación gradual de subsidios a partir de mayo. Los hogares con mayores ingresos, que superan las 3,5 canastas básicas, serán los principales afectados por este cambio. Esta medida busca también reducir la carga fiscal del Estado y direccionar los recursos hacia quienes realmente los necesitan.
Adicionalmente, entre marzo y abril se implementará la Revisión Tarifaria Integral (RTI), un mecanismo que establece las inversiones que deben realizar las empresas y define cómo y cuándo se ajustarán las tarifas. La RTI, que debería aplicarse cada cinco años según la ley 24.065, ha sido históricamente relegada, interrumpida por crisis económicas y emergencias energéticas.
Medidores digitales inteligentes para la luz
En cuanto a la tecnología, las empresas distribuidoras planean avanzar en la implementación de medidores inteligentes para optimizar el servicio y mejorar la precisión en la medición de los consumos. Actualmente, solo EPEC, en Córdoba, ha avanzado significativamente en este aspecto, mientras que Edenor los utiliza mayormente para grandes usuarios industriales.
Finalmente, a partir de febrero, la Secretaría de Energía aplicará tarifas diferenciadas según los horarios de consumo, con precios más elevados durante los picos de demanda y más bajos en los valles. Este cambio, junto con los ajustes en los subsidios, busca promover un consumo más eficiente y equilibrado.
