El gremio ferroviario La Fraternidad continúa con la medida de fuerza iniciada este lunes, implementando el «trabajo a reglamento«. Esto implica que los trenes no superen los 30 kilómetros por hora, una acción que ha provocado importantes demoras y cancelaciones en los servicios ferroviarios urbanos. La protesta, que demanda “mayores medidas de seguridad”, mantiene en vilo a miles de pasajeros que enfrentan largas esperas y dificultades para regresar a sus hogares.
Desde el sindicato, liderado por Omar Maturano, justificaron la medida distribuyendo folletos en las estaciones. En ellos, se alerta sobre lo que consideran “una de las peores crisis ferroviarias” y se exige la provisión urgente de repuestos, reparaciones en las vías, obras de infraestructura, y la actualización de los sistemas de comunicación y señalización. Según el gremio, estas acciones son imprescindibles para garantizar tanto la seguridad como el confort de los usuarios y trabajadores.
Respuesta oficial: «No cederemos ante extorsiones»
El Gobierno Nacional respondió calificando la medida como “extorsiva” y vinculándola a un intento de negociar “un aumento salarial superior al pactado con el resto de los sindicatos ferroviarios”. Fuentes oficiales señalaron que el viernes pasado se firmó una paritaria con el 80% del sector ferroviario, estableciendo un incremento del 3,5% entre noviembre y diciembre.
“Reducir la velocidad de los trenes con la excusa de la emergencia ferroviaria es una medida que perjudica directamente a los usuarios”, afirmaron desde el Ejecutivo. Además, destacaron que la actual situación crítica del sistema ferroviario es “herencia de gestiones anteriores que no invirtieron en infraestructura clave, destinando recursos a obras con fines propagandísticos”.
El Gobierno subrayó que la declaración de Emergencia Pública Ferroviaria, establecida el 13 de junio de 2024 mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, responde a esta problemática de larga data. Este plan contempla la ejecución de 226 obras, de las cuales 45 ya están en marcha, además de la adquisición de nuevas locomotoras y vagones, la modernización de talleres y la capacitación del personal.
El rol del gremio en la gestión anterior
Funcionarios gubernamentales también recordaron que durante el mandato de Alberto Fernández, el subsecretario de Transporte Ferroviario, Agustín Special, pertenecía al sindicato La Fraternidad. “Ellos formaron parte del esquema que debía velar por la seguridad operacional, y ahora exigen soluciones inmediatas sin reconocer el deterioro acumulado por años de desinversión”, señalaron.
Impacto en los usuarios y perspectivas
Mientras tanto, la medida de fuerza ha generado indignación entre los usuarios, quienes sufren demoras significativas en horarios de alta demanda. Muchos trenes se ven obligados a cancelar sus servicios por el desfasaje de horarios generado por la reducción de velocidad.
Por su parte, el gremio insiste en la necesidad de priorizar la seguridad. «El estado calamitoso de las vías y el material rodante es un riesgo para todos», afirmaron voceros sindicales, quienes dejaron abierta la posibilidad de intensificar las protestas si no se cumplen sus demandas.
El conflicto evidencia no solo las tensiones entre el sindicato y el Gobierno, sino también los desafíos estructurales que enfrenta el sistema ferroviario argentino, donde los usuarios quedan atrapados entre intereses cruzados y décadas de gestión deficiente.
