Yanina Martínez fue una de las funcionarias que pese a las palabras de Javier Milei contra la casta política, se mantuvo en el cargo desde la gestión de Alberto Fernández. Pero con una profunda resistencia desde el sector, con críticas a su ineficiencia, y de vacaciones en el exterior, en una clara contradicción con su cargo, le llegó la hora este lunes. El Gobierno decidió su relevo, y ya no será la Subsecretaria de Turismo.
La información fue confirmada este 30 de diciembre. Según lo informado por el Gobierno Nacional, el Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, contactó a quien era la «número dos» del área turística para pedirle la renuncia, la cual se hará efectiva de inmediato. Hasta ahora no hubo comunicación de parte del vocero Manuel Adorni o el presidente Milei, pero se filtraron las razones, que no la dejan bien parada a la saliente funcionaria.
Es que Yanina Martínez, a pesar de tener bajo su órbita nada menos que el turismo nacional, considerado una «industria sin chimenea», por el volumen de dinero que puede llegar a generar, se encontraba de vacaciones en el exterior. Peor aún, la nacida en Catamarca habría pedido licencia para viajar a Inglaterra desde este mismo lunes.
Sin esperar a que la misma fuera o no autorizada, decidió viajar y en las últimas horas del viernes había dejado suelo argentino. La situación colmó la paciencia del Gobierno Nacional, que decidió correrla de inmediato. Es que además de la rebeldía que implicó no esperar el «OK» de Scioli, su jefe en los hechos, también implicó una abierta desobediencia a un pedido explícito de los hermanos Javier y Karina Milei.
La trastienda de la salida de Yanina Martínez
Solo semanas atrás, desde la Secretaría General de la Presidencia habían solicitado de manera pública y privada a los ministros y secretarios que se tomen vacaciones en territorio nacional. Esto, para reforzar el mensaje de austeridad que pregona la gestión para los funcionarios. En ese sentido, se habían habilitado solo dos excepciones, porque habían sido pedidas con anticipación, según se informó: la de los ministros Federico Sturzenegger y Patricia Bullrich.
Hasta la media tarde del lunes no se había informado quién se hará cargo de la Subsecretaría de Turismo. La salida de Yanina Martínez se da en un contexto negativo para el sector, ya que la temporada de verano recientemente iniciada estaría por debajo de las anteriores. Todo, por la diferencia de cambio que vuelve tentador viajar a países del exterior. La catamarqueña parece haberlo probado en carne propia.
Una presencia cuestionada por el sector por su ineficacia
Para colmo, su permanencia era altamente cuestionada por los empresarios del sector hotelero y todo el turismo en general. Yanina Martínez había asumido en 2019 por decisión de Alberto Fernández, siendo en ese momento la segunda de Matías Lammens, a cargo del Ministerio. Con poca experiencia en el área y nulos pergaminos, no fueron pocos los que dejaron entrever que el exmandatario tenía más bien una razón personal para designar a secretaria saliente.
Los cuatro años de gestión en la última etapa kirchnerista dejaron muy poco para elogiar, más allá de lo que fue el programa Previaje. Algo originalmente pensado para la post pandemia pero que se hizo luego una política general de subsidio permanente a un sector determinado. Y muy lejos de proyectar políticas de mediano o largo plazo para el área turística de un país que goza de variedad geográfica, climática y de extensión notables.
Si se analiza el quinquenio en que Yanina Martínez estuvo cerca de las decisiones en el Turismo, deja muy poco para destacar. Y reúne la sensación de que permaneció un excesivo tiempo, sobretodo en un país que cuenta con profesionales de la talla de Bernardo Racedo Aragón, quien supo cambiarle la cara al sector en provincias como Tucumán y Salta, que hoy son epicentros del turismo local y extranjero.
La ausencia de una política de turismo a largo plazo y el recuerdo de otras gestiones
Considerando los cinco años de Martínez y los cuatro de gestión macrista, en la que también brillaron por su ausencia las políticas del turismo, el área acumula largo tiempo con números negativos, pese a todo el potencial con el que cuenta. Unánimemente los empresarios y emprendedores coinciden en que desde la conducción de Enrique Meyer, el ministro a cargo de Turismo entre 2003 y 2015, en la que proliferaron los eventos internacionales como el Rally Dakar, o el Moto GP, no se toman direcciones para agrandar y desarrollar esta rama vital de la economía.