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POLÍTICA

10 años sin Alberto Nisman: cuál es la inesperada postura del ministro Mariano Cúneo Libarona sobre el fiscal

Cúneo Libaron antes no tenía dudas con respecto al desenlace que desencadenó la muerte de Nismán, pero ahora siendo funcionario de Javier Milei cambió de opinión.

Mariano Cúneo Libarona

Este sábado se cumple una década de la muerte del fiscal Alberto Nisman, hallado sin vida en su departamento de Puerto Madero tras haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por la causa del Memorándum con Irán. El caso sigue siendo un punto de fractura en la política argentina, con divisiones que persisten entre quienes creen que fue un homicidio y quienes apuntan a un suicidio. El actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, protagonizó un inesperado giro en el debate. Aunque su gobierno sostiene que Nisman fue «asesinado», Cúneo Libarona ha mantenido posturas contradictorias en los últimos años.

En 2017, declaró que creía en el suicidio del fiscal, basándose en elementos como el pedido de un arma a su colaborador Diego Lagomarsino y las características de la escena del hecho. «Tengo la sensación de que no aguantó lo que estaba viviendo», expresó entonces en una entrevista con la Televisión Pública.

Entre sus argumentos, el ministro destacó que «no hubo intervención de terceros». «Apareció en un baño donde la cabeza, pobrecito, estaba contra la puerta. Me cuesta creer que nuestros servicios o los mundiales puedan alterar las leyes de la física», afirmó, descartando teorías sobre comandos extranjeros o conspiraciones locales.

Cúneo Libarona en la actualidad prefiere no hablar del tema

Sin embargo, en recientes declaraciones, Cúneo Libarona se distanció de aquellas palabras, calificándolas como una «opinión de café» y reconociendo que no había leído los avances del expediente en ese momento. «Lo que dije hace ocho años era una opinión personal, sin fundamentos sólidos. Hoy, prefiero no involucrarme ni opinar sobre la causa», aseguró en un programa televisivo.

El ministro aclaró que actualmente no sigue de cerca el caso y considera que el Poder Judicial debe trabajar sin interferencias. «El fiscal que lleva adelante la causa hace un esfuerzo enorme, pero no es mi rol opinar», subrayó.

A diez años del episodio, la muerte de Nisman sigue siendo un tema que despierta pasiones y tensiones en la sociedad argentina. Para algunos, fue víctima de un entramado corrupto; para otros, un hombre atrapado por sus propias decisiones.