No hay dudas de que Pedro Alfonso es una de las figuras más destacadas del mundo del espectáculo, y es que además de ser sumamente trabajador, se trata de uno de los personajes más queridos. Son sus ocurrentes declaraciones y su transparencia las características que le hicieron ganarse el cariño del público.
Si bien Pedro Alfonso suele intentar mostrar una faceta más positiva y alegre, en una reciente entrevista se animó a abrir el corazón como nunca antes. Sincero como siempre, el marido de Paula Chaves habló con Nico Peralta para Pronto y recordó a su querida madre, quien falleció en 2009 por un tumor cerebral.
«¿Sos de acordarte de los sueños?», quiso saber el periodista, lo que llevó a Pedro Alfonso a revelar una parte muy íntima de su vida. «No, no. Y me pasa algo re loco: no la soñé tanto a mi mamá como me hubiese gustado. La tengo muy presente y cuando estoy haciendo algo, siento que me reta si lo hago mal. En el día a día la tengo re presente», contó.
«He leído sobre los sueños y muchas noches la pienso antes de dormirme para tener un sueño más direccionado o cercano pero no. No recuerdo ningún sueño con ella o esa cosa de decir: ´Che, se me presentó mi mamá y pasó tal cosa´. No, no me pasa aunque me encantaría. No sé qué explicación tiene pero no me sucedió», admitió el productor.
Nico Peralta también le preguntó a Pedro Alfonso si alguna vez recibió una señal de parte de su madre, algo muy común para la gente que perdió seres queridos. «Sí, eso sí, todo el tiempo. A mamá la tenemos muy presente en casa y Paula también, aunque no la conoció en persona», respondió en tanto el exproductor del Bailando por un sueño.
«Hace poquito fui a verla al cementerio, que era algo que tenía medio negado. Hacía mucho tiempo que no iba porque sentía que una placa de mármol… qué se yo. En los últimos dos años fui dos veces, una vez al año, y me gustó. Tuve otra sensación y me hizo bien. Mamá está en Burzaco, en zona sur, cerca del barrio», contó luego Pedro Alfonso.
«Fue fuerte porque ese día fui después de jugar al fútbol y me atacaron unos teros. Se convirtió en un sketch de humor porque en el cementerio había un entierro al lado y yo estaba luchando con teros que me estaban atacando. Se generó algo muy gracioso pero sí, me gustó pasar. Sé que mamá no está ahí pero fue otro tipo de conexión, diferente a la que tengo todos los días», cerró.