El exjuez de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda, rompió el silencio tras su reciente salida del máximo tribunal y ofreció una visión crítica sobre el funcionamiento interno de la Corte. En una entrevista, señaló que los últimos años estuvieron marcados por «un alto nivel de enfrentamiento interno», aunque destacó que no se trata de disputas políticas, sino de «ambiciones de poder» entre sus miembros. Estas declaraciones arrojan luz sobre la creciente tensión dentro del máximo órgano judicial del país.
Maqueda, quien cumplió 75 años el pasado 29 de diciembre, aseguró que trabajar en la Corte se volvió «muy incómodo» en los últimos años, especialmente durante el gobierno de Alberto Fernández. Según el exjuez, las descalificaciones internas y las operaciones mediáticas entre los magistrados han afectado la institucionalidad del tribunal.
«Es una Corte con un alto nivel de enfrentamiento interno, donde no priman tanto las cuestiones políticas, pero sí las ambiciones de poder que deberían ser dejadas de lado», señaló. Al referirse a las divisiones internas, comentó: «Estábamos tres por un lado y uno por el otro. Ahora que quedaron tres, espero que haya capacidad de diálogo para superar estas diferencias».
A pesar de su franqueza, evitó emitir juicios sobre el expresidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, manteniendo su postura de respeto hacia la institución: «No voy a hablar en contra de ningún miembro que integre la Corte».
Críticas al sistema judicial y su independencia
Durante la entrevista, Maqueda también opinó sobre la práctica de designar jueces por decreto, aclarando que no es inconstitucional, pero sí debilita la independencia judicial. «Un juez designado de esa manera es sumamente presionable», afirmó, subrayando que esta práctica no fortalece al Poder Judicial como institución.
Perspectiva sobre el gobierno de Javier Milei
En su análisis del primer año de Javier Milei en la presidencia, Maqueda destacó tanto logros como errores. Reconoció los avances en materia económica, como la baja de la inflación y el déficit cero, pero criticó la manera en que estas medidas se implementaron: «Se hizo sobre las espaldas de los que menos tienen. Eso no me parece justo».
Entre los logros del gobierno libertario, valoró el fin de las intermediaciones en la distribución de recursos para combatir la pobreza. Sin embargo, cuestionó la falta de paliativos para quienes más lo necesitan.
Uno de los puntos más criticados fue la comunicación del gobierno. Según Maqueda, «la descalificación constante, incluso hacia personas cercanas, refleja una comunicación autoritaria». Enfatizó que un cargo como el de Presidente exige un lenguaje acorde con la envergadura de la función: «El primer signo de violencia es el lenguaje, y toda violencia es enemiga de la democracia».
«Nunca me sentí representado por Cristina Kirchner»
Maqueda, con un pasado ligado al peronismo, fue categórico al distanciarse del kirchnerismo. «Con Néstor, Cristina o Alberto nunca me sentí representado», afirmó, aunque reconoció su afinidad con los gobernadores peronistas cordobeses, como Juan Manuel de la Sota y Juan Schiaretti.
El exjuez también expresó su sorpresa por la hostilidad de Kirchner hacia la Justicia, atribuyéndola a las causas judiciales que han llegado al máximo tribunal. «Esa rivalidad se entiende porque hay casos en la Corte que quizá no esperaba que tuvieran ciertos resultados», concluyó.
