Mientras se encuentra de vacaciones en el sur, Mauricio Macri se dialogó con los principales funcionarios del PRO para definir los próximos pasos a seguir en el contexto de las sesiones extraordinarias y la posible alianza con La Libertad Avanza. Aunque el presidente Javier Milei le propuso una fusión entre ambos partidos, Mari busca sellar una alianza en la que ambos conserven su identidad.
De la reunión participó la vicepresidente del PRO e intendente de Vicente López, Soledad Martínez; el secretario del partido, y concejal de Santiago del Estero, Facundo Pérez Carletti; los diputados nacionales Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal y Diego Santilli; el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; y el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. El único ausente fue el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, quien tenía un compromiso de gestión provincial.
La agenda del encuentro incluyó preparar la postura del PRO de cara a las sesiones extraordinarias del Congreso nacional, donde se tratará entre otras cosas la eliminación de las PASO. La postura oficial del partido amarillo podría definirse el miércoles tras una nueva reunión. Desde el PRO plantean la suspensión de las PASO, mientras que el Gobierno Nacional puja por la eliminación total de las Primarias.
Durante la reunión, el titular del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, mencionó que el bloque adherirá al proyecto de Ficha Limpia que será presentado, además de las propuestas para modificar las leyes de Reiterancia y Reincidencia, junto al Juicio en Ausencia. A pesar de acompañar estas propuestas, el legislador planeó una disidencia con al Ley de Quebrantos presentada por el oficialismo, proponiendo «estudiar más a fondo el tema».
El otro tópico importante fue la posible alianza entre La Libertad Avanza y el PRO. A lo largo de 2024, tanto el macrismo como el Gobierno nacional sugirieron la unión entre ambos espacios, aunque con ideas distintas. Desde el Gobierno propusieron una fusión completa, absorbiendo en el camino la base de votantes del macrismo. Por otra parte, el PRO atravesó una intensa interna por el conflicto entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich, y en el proceso quedó dividido entre el sector que respalda a Macri y los cercanos al oficialismo.
Sumado a esto, el macrismo se vio amenazado con la salida de varios de sus legisladores, quienes deslizaron su incorporación al partido libertario, animados por la popularidad y aceptación del presidente. En las elecciones legislativas, el PRO tendrá que renovar 22 de sus 37 bancas en Diputados, mientras que LLA solo cambiará 8 se las 39 que posee. En e Senado, el macrismo solo pondrá en juego 2 de sus 7 legisladores.