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VIDA Y ESTILO

Bodega Mena Saravia y su vino torrontés de altura calificado por Tim Atkin

Con cuatro generaciones de bodegueros, la bodega Mena Saravia conjuga calidad con tradición.

Bodega Mena Saravia

La Bodega Mena Saravia tiene todo para celebrar el año 2024. A la apertura de los mercados del Este, donde ya exporta sus vinos a Noruega, se suma el excelente puntaje que Tim Atkin le otorgó a su vino torrontés de altura. Son 93 puntos de premio a la excelencia para un varietal fresco, con toques florales que permanecen untuosos en el paladar.

Con cuatro generaciones de bodegueros, la bodega Mena Saravia conjuga calidad con tradición. Honrando sus comienzos, allá por la década del 30 del siglo pasado, cuando don Jorge Leguizamón Dávalos, salteño de pura cepa, plantó las primeras vides en ese oasis en medio del desierto conocido con el nombre de Hualfin, en territorio catamarqueño, extremo de los Valles Calchaquíes.

Son vinos de altura por excelencia, los 1870 metros sobre el nivel del mar le confieren cualidades únicas al terruño y a las vides. El clima seco y la amplitud térmica hacen el resto, dando lugar a vinos supremos, con un proceso minucioso dirigido por el prestigioso enólogo José Luis Mounier.

Un paso al futuro

La Bodega Mena Saravia, de la mano de su propietario Federico Mena Saravia, decimotercera generación en Hualfín y cuarta generación de bodegueros, incorporó en los últimos años tecnología extranjera de punta para marcar la rigurosidad de un proceso que enaltece la calidad desde el viñedo en una conjunción que pone énfasis en todos y cada uno de los procesos.

Cada año da comienzo a una nueva vendimia, y los frutos de las vides, tanto centenarias como las de incorporaciones más recientes, se destacan en vendimias que alcanzaron tintes de emblemáticas en el tranquilo pueblo de Hualfín, congregando a destacados profesionales en una verdadera fiesta familiar, un excelente motivo para celebrar la amistad.

Los viajeros que transitan la ruta 40 quedan maravillados por la pujanza que el progreso otorga a la Bodega Mena Saravia y a la finca, donde la tradición y la historia se funden con un presente prometedor, unión verdadera de sueños ancestrales que plasman sus vinos.

La bodega, que otrora producía vinos con uvas francesas y criollas, se abre paso a la mezcla de cepas tradicionales de sus vides centenarias con nuevas variedades incorporadas del Viejo Mundo. Así es como se cuida el detalle sin dejar de lado la innovación, una marcada característica de la personalidad de su propietario.

Tim Atkin y su calificación

En este marco, los 93 puntos que el celebrado crítico, periodista y “master of wine” Tim Atkin le otorgó a su Viña Centenaria Torrontés de altura son un premio a la calidad que el suelo y el clima, sumado a la altura y los minuciosos trabajos culturales, del Alto Valle de Hualfín les otorgan a sus vides.

Pero ¿quién es Tim Atkin, uno de los críticos más conocidos en el mundo del vino? A modo de presentación, podemos decir que su trayectoria data de tres décadas atrás cuando su pasión por la escritura y el periodismo fueron el trampolín a las bondades del vino, convirtiéndose en crítico y obteniendo el título de “master of wine”, accesible solo a unos pocos privilegiados luego de arduas rondas de exámenes, catas y estudio.

El gran mérito que tiene su carismática personalidad es el de combinar un profundo conocimiento con la habilidad para descubrir la mejor faceta de cada región vitivinícola. Justamente, la valía de su crítica radica en la fortaleza de su conocimiento asentado en la constante búsqueda de la diversidad y autenticidad.

Esa pluralidad es la que Tim Atkin adquirió desde los comienzos cuando estudiaba lenguas modernas en la Universidad de Durham, vivencia que lo conectó con diferentes lenguajes y culturas. El ejercicio del periodismo lo guio a la comunicación del vino, y su talento para valorar las catas lo condujeron a la especialización, que tuvo su coronación cuando consiguió el “master of wine”.

La rigurosidad con la que califica los vinos hace que sean pocos los beneficiados con puntajes desde 90 en adelante hasta alcanzar los 100 puntos. Doble mérito para la mención de honor que adquirió el Viña Centenaria Torrontés con sus 93 puntos, demostrando que el conocimiento para él no es un fin en sí mismo, muy por el contrario, es una herramienta para unir a productores, consumidores con la identidad cultural del vino como hilo conductor. Más aún, si se tiene en cuenta que raramente otorga puntajes superiores al obtenido por este torrontés de altura.

El informe anual de Tim Atkin sobre los vinos argentinos es muy influyente. Analiza etiquetas, terruños y estilos. Prefiere la autenticidad, por este motivo muchos viticultores diagramaron con un giro sus estrategias de producción, redireccionándose al sector de vinos más frescos, elegantes, que sean una manifestación del terruño.

Es indiscutida su capacidad para identificar nuevas regiones vitivinícolas y desde hace algunos años puso el ojo en Sudáfrica, Chile y Argentina como regiones con alto potencial. Sus informes y puntuaciones fueron fundamentales en algunos casos para que los vinos de estos países sean reconocidos en mercados mundiales. Una calificación por arriba de los 90 en la escala Atkin es no solo sinónimo de calidad, sino que abre puertas a los mercados globales. ¡Larga vida al Viña Centenaria Torrontés de altura de la Bodega Federico Mena Saravia!