La empresa Campo de Avanzada, ubicada en Córdoba , anunció que no podrá cumplir con el pago de la última cuota de sus Obligaciones Negociables Pyme, por un monto de 7,5 millones de pesos. Esta situación la posiciona junto a otras tres compañías agropecuarias que recientemente entraron en defaults en el agro , encendiendo las alarmas en el sector.
Una crisis que golpea al sector
Campo de Avanzada, que administra unas 7.000 hectáreas alquiladas en Entre Ríos para cultivos de maíz, trigo y soja, había obtenido 25 millones de pesos con el lanzamiento de su Obligación Negociable el 11 de enero de 2022. Sin embargo, problemas climáticos y una plaga conocida como “chicharrita” impactaron gravemente en su producción, llevando a la empresa a solicitar un concurso preventivo a mediados de 2024.
Según explicó la firma en un comunicado, la sequía de las tres temporadas anteriores y el fenómeno climático conocido como El Niño alteraron los ciclos productivos. “La siembra fue óptima, pero antes de la cosecha del maíz apareció la plaga chicharrita, inoculando bacterias y virus en el cultivo”, detalló la compañía.
Otras empresas también en problemas
El caso de Campo de Avanzada no es aislado. Surcos, otra empresa del sector, informó que no podrá realizar el séptimo pago de sus obligaciones negociables, por un total de 69.025 dólares. En diciembre, la misma firma ya había defaulteado 3,5 millones de dólares y más de 9.300 millones de pesos.
Por su parte, Los Grobo Agropecuaria enfrentó cheques sin fondos por más de 1.300 millones de pesos a principios de enero, según datos del Banco Central. En tanto, Agrofina también registró cheques rechazados por un valor total de 450 millones de pesos.
Efecto dominó en el horizonte
Los especialistas advierten que esta seguidilla de defaults en el agro podría desencadenar un efecto dominó en la industria , un sector clave para la economía argentina. La combinación de factores climáticos adversos, plagas y restricciones financieras pone en jaque a muchas compañías que dependen de ciclos productivos exitosos para sostener sus compromisos.
“Esta situación refleja un panorama de alta vulnerabilidad, donde las empresas medianas y pequeñas son las más expuestas”, indicó un analista del sector. Además, señaló que el acceso al crédito sigue siendo limitado debido a las altas tasas de interés y a la incertidumbre macroeconómica.
La situación de Campo de Avanzada y otras empresas como Surcos, Los Grobo y Agrofina plantea un desafío urgente para el sector agropecuario. En un contexto de crisis climática y financiera, las empresas deben afrontar múltiples obstáculos para evitar la cesación de pagos. Las alarmas están encendidas y el riesgo de un efecto dominó sigue latente, con posibles repercusiones para toda la economía nacional.