En una acción que sorprendió a muchos, Joe Biden retira a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, una medida que marca un cambio importante en las relaciones entre Estados Unidos y la isla. Este anuncio, realizado a pocos días de dejar la presidencia, fue fruto de un esfuerzo diplomático que involucró a varios actores internacionales, incluyendo al Papa Francisco y gobiernos como el de Chile, España y Canadá. Estos países habían presionado para que se reconociera a Cuba por su rol en negociaciones de paz a nivel global.
La acción también estuvo acompañada por un acuerdo entre Estados Unidos y Cuba sobre la liberación de prisioneros políticos, lo que se considera un avance significativo en los lazos bilaterales. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de esta relación persiste debido a la proximidad de la transición de poder en EE.UU.
¿Qué significa la decisión de Biden para Cuba y EE.UU.?
Una de las principales implicaciones de la medida es que Cuba dejará de figurar en la lista de países que apoyan el terrorismo, una clasificación que había sido mantenida durante años. Según fuentes de la Casa Blanca, la decisión fue tomada luego de una evaluación que concluyó que Cuba no había respaldado actividades terroristas en los últimos seis meses. La medida también suspende el Título III de la Ley Helms-Burton, que permitía demandas contra propiedades confiscadas en Cuba, lo cual representa un alivio para el gobierno cubano.
Otro componente relevante es la eliminación de un memorándum de seguridad nacional que restringía las transacciones financieras con varias entidades cubanas. Esto abre la puerta a una mayor flexibilidad económica y podría mejorar la situación financiera de la isla.
Un cambio con condiciones
Como parte del acuerdo, el gobierno cubano se comprometió a liberar a varios prisioneros políticos antes de la toma de posesión de Donald Trump, prevista para el 20 de enero. Este gesto fue percibido como una señal de buena voluntad por parte de Cuba, en un contexto donde las tensiones históricas entre ambos países aún son palpables. Sin embargo, el panorama podría cambiar rápidamente si las políticas de la nueva administración estadounidense se orientan hacia una postura más agresiva.
¿Qué depara el futuro para las relaciones Cuba-EE.UU.?
El futuro de esta medida donde Joe Biden retira a Cuba de esta lista, está en manos del próximo gobierno de EE.UU. Marco Rubio, quien será el nuevo secretario de Estado, ha sido un firme defensor de endurecer las sanciones contra Cuba, lo que podría significar un retroceso en los avances logrados por la administración Biden. De hecho, Rubio proviene de una familia que emigró a EE.UU. antes de la Revolución Cubana y ha sido crítico de la política exterior hacia la isla.
A pesar de los avances, la relación entre Washington y La Habana sigue siendo frágil. La incertidumbre sobre el rumbo que tomará la política exterior de EE.UU. bajo el nuevo gobierno deja una sombra sobre las decisiones tomadas en los últimos días de la administración Biden.
Impacto en la relación bilateral
Biden aseguró que Cuba no ha brindado apoyo al terrorismo en los últimos meses y garantizó que no respaldará futuros actos terroristas. Esta certificación es uno de los últimos actos oficiales de la administración saliente y resalta la voluntad de Estados Unidos por distender las relaciones con Cuba.
No obstante, las tensiones persisten, y el futuro de la relación bilateral dependerá en gran medida de las decisiones que tome el próximo gobierno de Estados Unidos. La medida podría representar una oportunidad para redefinir los lazos entre ambas naciones, pero también corre el riesgo de ser revertida si cambia la postura política en Washington.