Más que cualquier por cualquier otro vino, la fama del Valle de Napa, en California, proviene de sus ejemplares de Cabernet Sauvignon con capacidad de añejamiento, sin embargo, hay que destacar que el Chardonnay también tiene un buen desempeño. Sonoma y Napa comparten Los Carneros AVA (American Viticultural Area), creada en 1983 como la primera región vinícola de California definida por su clima único en contraposición a las fronteras políticas; se extiende a ambos lados de tierras en los mencionados valles de Napa y Sonoma.
El valle de Napa tiene aproximadamente 65 kilómetros de largo y en algunos lugares menos de un kilómetro y medio de ancho. No muy lejos de la Bahía de San Francisco, Napa es más fría en el extremo de la bahía, hacia el sur, y sustancialmente más cálida en el norte. De acuerdo con el Oxford Companion to Wine, «la magia de Napa» proviene de «una magnífica diversidad de exposición, clima y suelo» que provocó la creación de los AVA situados.
Cuando se trata de producir grandes vinos, es fundamental comenzar por cultivar uvas excepcionales. Las vides de Cabernet Sauvignon se benefician ampliamente del clima soleado y cálido. En efecto, ello les permite madurar de manera gradual. Si bien algunos lugares de California pueden llegar a ser muy calurosos, la ubicación del Valle de Napa en la Bahía de San Pablo produce un efecto de inducción por la noche que proporciona la presencia de niebla por la mañana. La bruma matinal retrasa ciertos aspectos de la maduración. Además, las AVA de Napa que se sitúan por encima de las nubes, tales como Howell Mountain y Atlas Peak, se benefician con la altitud: la amplitud térmica entre la noche y el día, en las colinas, retrasa ciertos aspectos de la maduración, manteniendo la acidez.
El valle menos conocido
Incluso en un futuro hipotético dramáticamente afectado por el cambio climático, parece poco probable que Napa pierda su preeminencia como hogar de los Cabernet Sauvignon más queridos de California. Aunque el foco de atención parece destinado a permanecer centrado en el cada vez más enrarecido Napa, fuera del fulgor esplendoroso de esa actuación, un suplente aguarda de manera diligente detrás de escena, redoblando los esfuerzos del trabajo para obtener apenas la mitad de reconocimiento.
Aunque sus plantaciones de variedades de Burdeos y Chardonnay no difieren demasiado de las de Napa (con apenas un poco más de Chardonnay y un mayor predominio de Zinfandel), el Alexander Valley AVA de Sonoma no podría ser más diferente del brillante glamour que caracteriza al actual Valle de Napa, sin embargo, en lo que respecta a la producción de algunos vinos, están a la altura incluso de los mejores exponentes de Napa.
A pesar de que la alborotada ciudad de Healdsburg, uno de los destinos vinícolas más populares de California, se sitúe solo a unos cuantos minutos al suroeste, el Alexander Valley evoca muchos más aspectos de aquel tranquilo pasado agrario que solía caracterizar a toda la región vinícola del norte de California, que ahora parece tan difícil de hallar.
Los incendios de California y la región vinícola
Los funestos vientos que atraviesan el sur de California son un fenómeno que puede ocurrir y, de hecho, ha ocurrido antes en el Área de la Bahía. La configuración en la atmósfera se denomina como un fuerte gradiente de presión. Cuando un área de alta presión y baja presión están cerca una de otra, se crea una especie túnel de viento con corrientes marítimas extremadamente rápidas.
La posición de la baja presión sobre la Península de Baja California y alta presión sobre el Océano Pacífico ocasionó que aquel túnel de viento se ubicara sobre el condado de Los Ángeles. Generalmente, esos vientos en el sur de California se conocen como «los vientos de Santa Ana», aunque el Servicio Meteorológico Nacional ahora no está seguro si los vientos que avivaron los incendios en Los Ángeles fueron de hecho vientos de Santa Ana, debido a su dirección.
Si la alta presión se situado más al norte, aquel túnel de viento se habría colocado a lo largo del norte de California, que comprende también a la zona vitivinícola. En efecto, todavía se encuentran muy presentes recuerdos de fenómenos semejantes en la zona. Cuando estos vientos extremadamente fuertes se manifiestan en el norte de California, reciben el nombre de Diablo Winds (vientos Diablo).
Así pues, en el año 2017, en los condados de Napa y Sonoma, arribaron vientos Diablo de alrededor de cien kilómetros por hora, lo que ocasionó que se produjeran seis incendios importantes. En aquel momento, se trató del grupo de incendios forestales más costoso en la historia del estado.