Tras ser recibido por el presidente argentino Javier Milei, el presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, se reunió con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el canciller argentino Gerardo Werthein. Durante su charla, los tres reivindicaron el pedido por la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, quien lleva detenido casi un mes en Venezuela por orden del régimen de Nicolás Maduro.
El dirigente venezolano dialogó con Javier Milei en la Casa Rosada el sábado 4, donde también compartió un almuerzo con Bullrich y Werthein. Si bien el motivo del viaje de Urrutia a Argentina fue para cimentar el apoyo de Milei, el venezolano también trató la última crisis diplomática entre ambos países: la detención ilegal de Nahuel Gallo cuando intentaba entrar a Venezuela para ver a su esposa e hijo.
Terminada la reunión, Urrutia dijo: «Mi intención es ir a Venezuela a tomar posesión del mandato que me otorgaron los venezolanos. Hoy me siento más cerca que nunca de cumplirlo». «Clamamos por la libertad del gendarme argentino detenido y la de todos los presos civiles y políticos en Venezuela«, agregó.
Cómo avanza la situación de Gallo
Nahuel Gallo fue arrestado por las fuerzas de seguridad venezolanas el pasado 8 de diciembre mientras intentaba ingresar a Venezuela. Según los documentos oficiales, Gallo viajó para pasar las fiestas junto a su esposa, de nacionalidad venezolana, y su hijo. Mas, desde el gobierno de Nicolás Maduro lo acusaron de «haber intentado ingresar al país de forma irregular para llevar a cabo un plan terrorista«.
Si bien el estado de Gallo era desconocido; el pasado 2 de enero, el gobierno de Nicolás Maduro difundió un video del gendarme con vestimenta de preso en un pabellón. Sin embargo, Patricia Bullrich criticó duramente las imágenes difundidas, calificándolas como una «pantomima». «No aceptamos absolutamente ningún juego de una aparición de un video o foto sin fecha o sonido, sin absolutamente nada que nos diga su estado», señaló Bullrich durante una entrevista a Radio Mitre.
Sumado a esto, la Organización de Estados Americanos respaldó la denuncia de Argentina y calificó la detención de Gallo como «un crimen de lesa humanidad», señalando directamente a la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares y marcando que el caso del argentino es «una directa violación por la incomunicación y la negación de asistencia consular y legal».