El sector de las prepagas en Argentina ha sido un tema de creciente preocupación, especialmente después de la desregulación de los precios impulsada por el Gobierno de Javier Milei. A lo largo de 2024, las empresas del sector se han enfrentado a un panorama complicado, con un aumento sostenido de las bajas de afiliados debido a los continuos aumentos en las cuotas. Esta situación, sumada a las críticas sobre la falta de justificación para tales aumentos, ha obligado a las prepagas a buscar medidas alternativas para mitigar las pérdidas y seguir siendo competitivas.
Desde la desregulación de las prepagas, los aumentos de las cuotas han sido una constante y han superado ampliamente a la inflación. Las empresas han justificado estos incrementos argumentando que los costos de insumos y honorarios son la causa principal. Sin embargo, los números demuestran que, a pesar de estos aumentos, los médicos, uno de los actores más importantes en el sistema de salud, nunca han recibido una mejora significativa en sus salarios. Este hecho ha levantado sospechas sobre la verdadera motivación detrás de los aumentos y ha generado denuncias por presunta cartelización en el sector.
En un intento por frenar esta sangría de afiliados, la prepaga Medicus, una de las más grandes del país, ha decidido congelar las cuotas para los nuevos afiliados durante un año. Esta medida, que comenzará a regir para aquellos que se afilien entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2025, tiene como objetivo darles a los nuevos usuarios una «tranquilidad transitoria» al ofrecer una cuota fija durante 12 meses. Sin embargo, tras este período, los afiliados deberán volver a pagar la cuota vigente, sin ninguna garantía de que no habrá nuevos aumentos.
La justificación detrás de los aumentos
Las prepagas han tratado de justificar sus incrementos con el argumento de que el costo de la salud siempre supera el de otros bienes y servicios. Sin embargo, esta justificación no ha sido suficiente para los usuarios, especialmente cuando se observa que los aumentos son sistemáticos y superiores a la inflación.
Aunque las prepagas aseguran que la subida de los precios se debe a la subida de los costos operativos, muchos médicos y personal sanitario no han visto mejoras sustanciales en sus ingresos, lo que cuestiona la veracidad de estas excusas.
La crítica a la falta de transparencia
La falta de transparencia en las razones de los aumentos es uno de los puntos más críticos. El Gobierno acusó a las prepagas de no ser claras en cuanto a cómo se distribuyen los fondos que provienen de las cuotas de los afiliados, y en particular, de no reflejar las mejoras en los servicios prestados. Esto ha generado malestar entre los usuarios, que cada vez sienten más que su dinero no se traduce en una mejora real en la calidad de la atención.
El congelamiento de las cuotas por parte de Medicus puede verse como una respuesta a las críticas recibidas y como un intento de marketing para recuperar la confianza de los afiliados. Sin embargo, esto no resuelve el problema estructural del sector, que sigue operando bajo un sistema que permite aumentos constantes y poco transparentes.
El impacto de la desregulación
Desde que el Gobierno de Milei desreguló el sector de las prepagas, las empresas han aprovechado la falta de control para aplicar incrementos sistemáticos sin una justificación clara.
Si bien algunas prepagas intentan diferenciarse ofreciendo promociones o descuentos, como en el caso de Medicus, la falta de una regulación adecuada sigue permitiendo que el sector opere de manera poco transparente y que los usuarios sigan siendo los más afectados.
