Connect with us

Hola, qué estás buscando?

SOCIEDAD

Crémant de Burdeos: la alternativa francesa de vino espumante

Uno de más de los ejemplares más notables de la región vitivinícola francesa, normalmente conocido como «el primo del Champagne».

Vino espumante

No es mucha la gente que sabe que en Burdeos se produce también vino espumante. De hecho, el Crémant de Burdeos se produce en la zona desde hace muchísimos años, pero ocurre que tanto la denominación como las normas que rigen la producción no se crearon sino hasta el año 1990. El Crémant de Burdeos se produce precisamente mediante el mismo método tradicional que se utiliza en Champagne, pero en razón de la elección de las variedades de uva, tiende a ser más aromático con sabores de cítricos y frutas con carozo.

Las uvas que se emplean en la elaboración de Crémant deben cosecharse a mano. Posteriormente, los racimos enteros se prensan de manera delicada para así poder liberar solamente el jugo más sutil. Luego de que finalice la primera fermentación, aquella que produce el alcohol, el vino ya puede embotellarse agregando una dosis de “licor de expedición”.

Se trata, esencialmente, de una mezcla que contiene levadura, vino y azúcar de uva. Ello da comienzo a lo que se conoce como la segunda fermentación. Luego, la botella sellada captura el dióxido de carbono que se libera durante la fermentación y da origen a las burbujas características de un vino espumante.

Posteriormente, el vino espumante precisa pasar al menos nueve meses en botella, donde estará en contacto con las levaduras o “lías” muertas. La mayor parte de los productores de Crémant de Burdeos amplían este tiempo, de modo que lleguen a producirse reminiscencias a productos con levadura, tales como masa de pan y brioche.

Una vez que culmina la crianza se lleva a cabo el «degüelle» del vino espumante. Este término alude a que las levaduras muertas se acumulan en el cuello de la botella, se congelan y recién entonces puede quitarse la tapa.

Características particulares

Una cualidad intrínseca de este tipo de vinos es que la propia presión expulsa el excedente congelado de levadura, de modo que el vino puede complementarse con «licor de expedición» y sellarse para su comercialización.

El “licor de expedición” se compone de una mezcla de vino y azúcar de uva que determina el nivel de dulzor final en el Crémant de Burdeos, variando desde Brut (seco) o Sec (un poco más dulce) hasta Demi Sec o Doux (dulce). Así pues, el método tradicional supone un proceso largo y complicado pero los vinos resultantes pueden ser increíblemente complejos y elegantes.

En contraste con la mayoría de los vinos espumantes del «método tradicional» que se producen a partir de variedades de uva tales como Chardonnay y Pinot Noir, el Crémant de Burdeos se elabora únicamente con cepas que se utilizan en la producción de vinos tranquilos o vinos base de Burdeos. Las variedades blancas más importantes son Sauvignon Blanc, Sémillon, Muscadelle y Sauvignon Gris. Por su parte, las variedades tintas habituales son Merlot, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc.

En cuanto al sabor

Puede resultar algo dificultoso el determinar con precisión el sabor del Crémant de Burdeos, siendo que depende en gran medida tanto de la uva como de la edad. Usualmente, cuando se utilizan proporciones más elevadas de Sémillon, los vinos adquieren un sabor a nuez y resultan elegantes.

Por su parte, la variedad Sauvignon Blanc aporta más aromas florales y herbáceos, mientras que Merlot contribuye con notas de frambuesa y grosella. Tal como ocurre en el caso del Malbec Blanco, el Crémant de Burdeos Blanco puede elaborarse con variedades tintas siempre que no se produzca contacto con la piel. Por otro lado, el Crémant de Burdeos Rosado requiere de una proporción bien determinada de uvas tintas para conceder el delicado color rosado.

Una constante es que cuanto más tiempo pase el vino en contacto con las lías, más pronunciados serán los sabores a panificados, pan brioche y masa de pan. Estos sabores se emplean de manera corriente para describir vinos más complejos y dignos de añejamiento, ya que la estructura precisa ser lo suficientemente buena para soportar estos sabores.