A lo largo de 2024, las solicitudes de subsidio por desempleo aumentaron un 60% a raíz del fuerte ajuste económico y la recesión. En total, más de 174 mil personas pidieron el subsidio según los datos de la Seguridad Social, con un promedio de $214.822 durante diciembre.
Para su primer año, el gobierno de Javier Milei planteó un ajuste económico para estabilizar las cuentas públicas, lo que provocó entre otras cosas una recesión que golpeó fuertemente el consumo interno y la industria nacional. A pesar de esto, el Gobierno Nacional proyecta una baja en las solicitudes debido a la recuperación económica esperada para 2025 impulsada por nuevas inversiones.
La industria más golpeada por la recesión fue la construcción, que perdió 54.046 trabajadores; la sigue la manufactura, con 36.233 empleados; seguida por el comercio, con 28.790 despidos en todo el país; luego las actividades administrativas, con 14.150 trabajadores despedidos; servicios de transporte, con 7.158 despidos; alojamiento, 6.493; y servicios sociales, con 5.522 trabajadores menos. Sumados, fueron 174.335 las personas que perdieron sus empleos y debieron solicitar un subsidio.
Esta cifra corresponde a un 60% de la registrada en 2023, año en el que solicitaron 108.942 subsidios; y el doble que las 86.268 de 2022, convirtiéndose así en el dato más grande en el periodo 2014-2024. De todos los beneficiarios del subsidio por despido, 102.549 alcanzaron a cobrar $214.822 en diciembre último; de los cuales 75.066 fueron hombres y 27.483 mujeres, más de 40 mil provenientes de la Provincia de Buenos Aires.
Quienes tienen derecho a acceder a esta prestación son aquellas personas despedidas sin justa causa, cuyos contratos hayan finalizado o por causas externas al trabajador que estuvo en relación de dependencia. Las normativas para cobrar este subsidio se encuentran establecidas dentro de la ley 24.013 de Contrato de Trabajo.
¿Quiénes pudieron acceder al subsidio por desempleo?
El requisito fundamental para acceder a esta prestación es haber tenido al menos seis meses de trabajo registrado con aportes en los últimos tres años anteriores al despido o finalización del contrato. Para los trabajadores eventuales, esto cambia y requiere haber trabajado al menos 12 meses en los últimos tres años y 90 días el último año.
Los meses que se cobre se computan como antigüedad para la jubilación, además la prestación deberá ser «equivalente al 75% de la mejor remuneración del trabajador en los últimos seis meses, en ningún caso podrá ser menor al 50% del Salario Mínimo, y del mismo modo no podrá superar el 100% del SMVM».