Siempre sincera, directa y sin pelos en la lengua. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Nazarena Vélez, una de las figuras más importantes del mundo del espectáculo de nuestro país, quien ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño del público.
Esta vez, fue noticia debido a lo que relató en Puro Show, el ciclo que conducen Pampito y Matías Vázquez a través de la pantalla de Canal Trece, entorno a lo que fue su regreso a Villa Caros Paz, lugar durante años trabajó con quien fuera su marido, Fabián, quien hace más de 10 años decidió quitarse la vida.
Sin rodeos, contó lo que tuvo que vivir con su hijo Thiago, fruto de ese amor. «Yo a Córdoba vengo desde que estoy en la panza de mi mamá. Este es un lugar que a mí me trae muchos recuerdos de mi infancia. Estoy muy movilizada. Yo acá la tengo a mi hermana Jazmín en cada esquina, su último verano fue mi productora. Es un lugar que me moviliza pero para bien, con muchos recuerdos. Hoy después de muchos años», expuso.
«Fabián está muy presente, tenés a sus dos hijos, al nieto… lo tenés presente por todos lados», le dijeron. «Yo regresé cuando pude sanar muchas cosas. Yo estaba destruida, por 10 años no pude pisar Carlos Paz, y todos saben que yo amo este lugar, pero necesitaba sanarme, necesitaba cuidarme. Porque cuando vos estás rota si en cada esquina vas a ver un recuerdo, decís ‘ya está'», manifestó Nazarena Vélez.
«Yo lo veo a Titi y siento que es un adolescente feliz. Tiene 14 años, es amoroso, lo veo lleno de amor. Para mí haberme quedado con Titi sola, sin su papá, cuando él tenía 3 años y medio fue un gran desafío como madre. Criarlo feliz, explicarle todo. Mis tres hijos tienen mucha cultura del trabajo. Titi me dijo que quería trabajar, tener sus ahorros, él puso sus horarios y se adapta. A mí me llena de orgullo. Tener un adolescente no es fácil y él es un sol», señaló.
«Por todo lo que me he pasado en la vida siempre he tenido un contacto muy grande con las mujeres, pero el tema del cuerpo todas lo hemos padecido. Todos… no todas. En mayor punto, en menor punto. Algunas lo hemos padecido, como en mi caso. Porque yo nunca tuve autoestima alta al mirarme al espejo, todo el mundo alagaba mi cuerpo en la tapa de una revista y yo lo padecía. Tomaba anfetaminas y lo odiaba. Esto de visibilizarlo hizo que muchas mujeres sintieran que no estaban solas», sentenció Nazarena.
