El sector del juguete mostró señales de recuperación este Día de Reyes, con un incremento del 3,5% en las ventas respecto a 2024, luego de atravesar dos años consecutivos de caídas, según la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), divulgó este lunes la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ex AFIP.
El presidente de la CAIJ, Matías Furió, destacó que el crecimiento se dio gracias a una intensa campaña de promoción: «Invertimos fuertemente para promocionar esta fecha, y esto se reflejó en el aumento de las unidades vendidas.»
No obstante, el balance anual sigue siendo negativo para la industria, que finalizó 2024 con una caída acumulada del 10,4%. Esto se debe, principalmente, a un primer semestre desfavorable y a una baja del 16% durante el Día del Niño, que representa más del 60% de las ventas anuales del sector.
Tendencias en el consumo
Según datos de la CAIJ, los juguetes más económicos fueron los más solicitados en esta temporada, con un ticket promedio de $15.500 por unidad en comercios minoristas. Por otro lado, las grandes cadenas de jugueterías, donde predominan los productos importados, registraron tickets promedios cercanos a los $35.000.
El uso de tarjetas de crédito jugó un rol clave en estas ventas, ya que el 95% de las transacciones en cadenas de jugueterías se realizaron mediante este medio de pago, aprovechando las promociones bancarias.
La relevancia de Reyes para el sector
Los juegos y juguetes representan más del 80% de los regalos que reciben los niños menores de 6 años en el Día de Reyes, lo que convierte a esta festividad en un momento crucial para la industria.
“Aunque este aumento es una buena señal, aún estamos lejos de alcanzar los niveles previos a la pandemia. Las caídas del 12% en 2024 y del 3% en 2023 reflejan el desafío que enfrenta el sector para recuperarse completamente,” explicó la CAIJ en un comunicado.
Un panorama aún desafiante
Si bien el leve repunte en Reyes aporta algo de optimismo, la industria del juguete sigue enfrentando retos significativos. La pérdida de poder adquisitivo de las familias, sumada al encarecimiento de los productos importados, continúa limitando el crecimiento sostenido del sector.
Con la mirada puesta en 2025, los representantes de la industria destacan la necesidad de consolidar estrategias de promoción y facilitar el acceso al financiamiento para el consumidor final como herramientas clave para revertir la tendencia negativa de los últimos años.