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POLÍTICA

Donald Trump inició con la deportación masiva de inmigrantes en Estados Unidos

La Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció que ya fueron detenidos 538 extranjeros en las primeras acciones del nuevo Gobierno.

Donald Trump
Donald Trump logra su primera victoria legislativa con la Ley Laken Riley, endureciendo las detenciones de inmigrantes indocumentados acusados de delitos menores como robos y hurtos.

La administración de Donald Trump anunció esta semana el inicio de una operación masiva de deportación de inmigrantes ilegales en Estados Unidos. Según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en las primeras acciones fueron detenidos 538 extranjeros. Entre ellos, había un presunto terrorista, cuatro miembros de la pandilla Tren de Aragua y personas condenadas por delitos sexuales contra menores.

Leavitt compartió imágenes de los detenidos subiendo esposados a un avión militar. También afirmó que esta es “la mayor operación masiva de deportación en la historia” y aseguró que el mensaje de Trump es claro: «Si ingresas ilegalmente a los Estados Unidos, enfrentarás severas consecuencias».

Sin embargo, esta política no está exenta de críticas. Once fiscales generales estatales, liderados por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, han advertido que no permitirán el uso de recursos estatales para deportaciones masivas. Por otro lado, el alcalde de Newark, Ras Baraka, calificó las medidas como un «acto atroz». Baraka denunció que agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) realizaron allanamientos sin órdenes judiciales, incluso deteniendo a ciudadanos estadounidenses.

La postura de Javier Milei respecto a la inmigración

Durante su reciente discurso en el Foro de Davos, el presidente argentino Javier Milei expresó ideas similares a las de Donald Trump respecto a la inmigración ilegal. De esa manera, el latinoamericano afirmó que su gobierno está comprometido con «combatir el ingreso descontrolado de extranjeros que no respeten las leyes argentinas». Según el mandatario, la inmigración debe ser ordenada y vinculada al mérito.

Desde Suiza, Milei declaró: «Argentina no puede permitirse sostener un sistema que premie la ilegalidad. La inmigración debe ser selectiva, con un enfoque en el trabajo y el aporte al país, no en la dependencia de recursos públicos». Estas palabras fueron vistas por analistas políticos como un guiño a las políticas de deportación de Trump, con quien el líder argentino ha mostrado afinidad.

Milei también dejó en claro su intención de incluir este tema en su “batalla cultural” contra lo que llamó “el progresismo global y su ideología del wokismo”. Su discurso apuntó a reforzar los controles fronterizos y proponer una legislación que priorice la inmigración por mérito, siguiendo los modelos de Estados Unidos e Israel.

Aunque Milei sostiene que las medidas buscan proteger los recursos nacionales, sus propuestas ya han generado divisiones. Algunos sectores ven en sus declaraciones una oportunidad para ordenar el sistema migratorio. Sin embargo, otros consideran que el enfoque es discriminatorio y fomenta la xenofobia.

En la Casa Rosada, el equipo de Milei trabaja en un proyecto para reformar las leyes migratorias. Según fuentes cercanas al gobierno, el objetivo es establecer un sistema de control más estricto, similar al aplicado por Trump en Estados Unidos. Esta reforma podría ser presentada durante las sesiones ordinarias del Congreso.