El consumo de nafta y gasoil en Argentina mantiene su tendencia a la baja. Según un informe del sector, en 2024 las ventas de combustibles cayeron un 8,9% respecto al año anterior, con un impacto notable en las categorías premium. Esto, combinado con los sucesivos aumentos de precios, generó un alivio económico al reducir las importaciones de refinados.
La comercialización acumulada en diciembre mostró un descenso del 5,6% en comparación con noviembre. En total, se vendieron 16,86 millones de metros cúbicos de combustibles, lejos de los 18,51 millones registrados en 2023. El declive más pronunciado fue en la nafta premium, con una caída interanual del 18,6%.
Menor consumo, menos importaciones
La disminución de la demanda, aunque preocupante para las estaciones de servicio, trajo un efecto positivo: la reducción de las compras en el exterior. Durante 2024, se destinaron 510 millones de dólares para importar gasoil, menos de la mitad de los 1.176 millones gastados en 2023. En el caso de las naftas, la baja fue aún más drástica: de 637 millones en 2023 a solo 155 millones el año pasado.
El menor consumo también se reflejó en el gasoil tradicional, cuya venta se contrajo un 13,1%, mientras que su versión de menor azufre cayó un 6,4%. La nafta súper, por su parte, mostró una merma más moderada del 2,9%.
Regiones fronterizas, las más afectadas
La caída fue más notoria en provincias fronterizas como Formosa, Misiones y Corrientes, donde las estaciones de servicio solían captar gran parte de su clientela de países vecinos. El aumento del precio del litro en Argentina redujo la competitividad frente a Uruguay, Paraguay y Brasil, limitando la afluencia de conductores extranjeros.
En términos absolutos, YPF lidera las ventas con más de 9,16 millones de metros cúbicos en 2024, aunque sufrió una caída interanual del 8,18%. Entre las empresas más golpeadas destacan Refinor, con una baja del 29,65%, y Puma Energy, con un 14,76% menos en ventas.
Precios al alza en 2025
El panorama no parece mejorar en el corto plazo. El año 2025 comenzó con un nuevo aumento de precios en las estaciones de servicio, donde la nafta súper ya supera los $1.127 por litro y la premium se ubica en $1.393. Estas subas, aunque menores a las de meses anteriores, siguen afectando la demanda y preocupan a los operadores del sector.
Según fuentes cercanas a YPF, los incrementos buscan amortiguar el impacto en la actividad turística de verano. Sin embargo, ya se anticipa otra suba para febrero, vinculada al índice inflacionario.
Un desafío para el sector de combustibles
El consumo de nafta y gasoil en Argentina bajó, y esta combinación de precios altos y menor consumo plantea un desafío para el mercado. Aunque el ahorro en importaciones es una buena noticia para la economía nacional, las estaciones de servicio enfrentan un contexto adverso que podría agravarse si no se estabilizan los precios en el corto plazo