El inicio de 2025 trae consigo expectativas optimistas en el sector de los supermercados, que anticipan un repunte en el consumo durante los primeros dos meses del año. Este optimismo se basa en un análisis de los patrones de compra observados en los últimos meses, donde se registró una leve mejora en el poder adquisitivo, impulsada por la desaceleración inflacionaria del cuarto trimestre de 2024. A pesar de que el consumo ha sido una de las variables económicas más resistentes a la recuperación, las grandes cadenas de supermercados se muestran confiadas en que la situación cambiará en el corto plazo, según el informe del INDEC.
Según la Encuesta de Supermercados realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), un 34,5% de las empresas del sector considera que las ventas aumentarán en enero y febrero, mientras que el 63,8% estima que se mantendrán estables. Solo un 1,7% de los encuestados prevé una disminución en las ventas. Estos resultados reflejan un optimismo generalizado en el sector, lo que sugiere una posible recuperación en los niveles de consumo, especialmente en productos de primera necesidad.
Cambio en las expectativas: de la preocupación al optimismo
Este cambio en las expectativas es significativo, considerando que hace apenas unos meses la situación era muy diferente. En junio pasado, más empresas esperaban un empeoramiento de las condiciones (18,6%) que una mejora (16,9%). Sin embargo, a medida que avanzó el año, el panorama fue cambiando, y ahora las expectativas positivas superan ampliamente a las negativas. Este giro en la percepción de las empresas se ve como un reflejo de la mejora en el clima económico, impulsada por la desaceleración de la inflación y la moderación en los precios.
El INDEC también consultó a las empresas sobre sus proyecciones respecto al volumen de pedidos realizados a sus proveedores. Un 24,1% de los encuestados aseguró que los pedidos aumentarán, mientras que el 69% indicó que no variarán. Solo un 6,9% espera una disminución en la reposición de stock. Este dato sugiere que los supermercados están proyectando una mayor demanda, lo que a su vez podría traducirse en un aumento de la actividad económica en el sector.
Precios en alza: inflación persistente en las góndolas
A pesar de los indicios de mejora en el consumo, los supermercados no están exentos de desafíos, especialmente en lo que respecta a los precios. Si bien la inflación ha mostrado señales de desaceleración, las empresas advierten que los aumentos de precios continuarán en los próximos meses.
Según la encuesta del INDEC, el 53,4% de los supermercados consultados prevé un aumento en los precios promedio de venta durante enero y febrero, aunque no se especifica la magnitud de estos incrementos. Sin embargo, también hay una nota positiva, ya que el 44,8% de las empresas cree que los precios se mantendrán estables, y un 1,7% incluso estima una disminución.
La persistencia de los aumentos de precios en las góndolas refleja la presión que siguen enfrentando los supermercados debido a la inflación. Este factor, junto con el aumento de los costos operativos, podría seguir afectando el poder adquisitivo de los consumidores, aunque la desaceleración de la inflación podría contribuir a mitigar este impacto.
Desafíos en el empleo: menor contratación en el sector
En cuanto al empleo, la encuesta del INDEC también revela una tendencia negativa. Solo un 5,2% de las empresas consultadas indicó que aumentará su planta de personal, mientras que un 12,1% reconoció que reducirá su nómina. Un 82,8% afirmó que no habrá cambios en el número de empleados. Es importante señalar que la encuesta fue realizada en los últimos meses de 2024, una época en la que es común que las empresas de supermercados aumenten su personal temporalmente debido al incremento de las ventas por las fiestas de fin de año. Como muchos de estos contratos son temporales, es lógico que se registre una disminución en los meses posteriores.
La menor contratación refleja la cautela de los supermercados en un contexto económico incierto, a pesar de las expectativas de recuperación. A medida que las empresas continúan ajustándose a las condiciones del mercado, el empleo en el sector podría seguir fluctuando dependiendo de la evolución de la demanda y los costos operativos.