En 2024, el salario promedio registrado experimentó una caída significativa, quedando un 5,5% por debajo del nivel de noviembre de 2023. Esta disminución se enmarca en un contexto de fuerte recesión económica, agravada por políticas de ajuste fiscal, contracción monetaria y una elevada inflación.
Tras una caída abrupta del 15,5% en enero de 2024, los salarios comenzaron una recuperación gradual, impulsados por aumentos nominales que superaron la inflación. Sin embargo, el nivel alcanzado en octubre de 2024 apenas logró equiparar el promedio del último trimestre de 2023, según un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA).
Impacto en el consumo y el empleo
La recesión afectó gravemente al mercado interno, con una caída pronunciada en el consumo. Las ventas en supermercados disminuyeron un 12% en octubre, en comparación con noviembre del año anterior, marcando una contracción persistente desde el inicio de la gestión de Javier Milei.
El empleo también sufrió un impacto significativo. Entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, se registraron 187.000 asalariados menos, con una reducción del 1,9% en el sector privado y más de 43.000 bajas en el sector público, debido a despidos y ajustes presupuestarios. La tasa de desocupación aumentó al 6,9%, afectando a 1,6 millones de personas.
El salario privado impulsó la leve recuperación
La dinámica del sector privado fue clave en la mejora parcial de los salarios. Según el Índice de Salarios del INDEC, en octubre de 2024 el salario promedio en este sector alcanzó niveles similares a los de noviembre de 2023. En tanto, los datos del SIPA mostraron un incremento del 1% interanual, con un crecimiento adicional del 1,6% en noviembre.
A pesar de esta leve mejora, la heterogeneidad sectorial refleja un panorama dispar, con actividades industriales y de construcción particularmente afectadas. Por el contrario, el sector público mostró un estancamiento en los haberes reales, con un deterioro más pronunciado.
Inflación y ajuste, los factores clave
La evolución salarial estuvo condicionada por una inflación elevada, que tuvo un impacto devastador en los primeros meses del año. Aunque la tendencia inflacionaria se desaceleró a partir del segundo trimestre, los aumentos salariales negociados apenas lograron paliar la pérdida inicial de poder adquisitivo.
“La recuperación de los salarios es relativa y se da sobre un nivel ya deteriorado”, destacó el informe de CIFRA. Esto evidencia que, aunque hubo avances en términos nominales, el poder adquisitivo sigue siendo uno de los más bajos en años recientes.
El desafío de reconstruir el poder adquisitivo
La situación económica del país en 2024 dejó en evidencia la fragilidad del mercado laboral y la capacidad limitada de los aumentos salariales para contrarrestar la inflación. Sin una expansión sostenida del consumo y una recuperación sólida del empleo, los salarios seguirán enfrentando dificultades para alcanzar niveles que permitan un alivio real al bolsillo de los trabajadores.
A medida que el gobierno de Javier Milei intenta consolidar su estrategia económica, los sectores más afectados enfrentan el desafío de adaptarse a un escenario marcado por la incertidumbre y las dificultades estructurales.