Con el inicio de un nuevo año, las pequeñas y medianas empresas (pymes) argentinas renuevan sus expectativas en torno a la producción, el consumo y la generación de empleo. Sin embargo, los efectos persistentes de la recesión económica que marcó el 2024 mantienen al sector en un estado de prudencia. Según un informe del Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA), la recuperación económica aún se encuentra distante, y las señales de mejora son mixtas.
Un escenario económico complejo
El reporte del IPA describe un panorama de desafíos estructurales y dificultades para consolidar una reactivación sostenida. Si bien algunos indicadores han mostrado leves mejoras, el camino hacia una recuperación firme está plagado de incertidumbres.
Actividad económica: El informe señala que la economía argentina podría haber «tocado fondo», pero advierte que el crecimiento se mantiene en pausa. La debilidad de la inversión y el consumo se extenderá en los próximos meses, dificultando la reactivación.
Inflación: Aunque se ha registrado una desaceleración mensual de la inflación, los niveles interanuales siguen siendo elevados, lo que continúa afectando el poder adquisitivo y el consumo interno.
Industria y capacidad instalada: Algunas mejoras en los indicadores industriales sugieren una posible estabilización, pero el uso de la capacidad instalada todavía se encuentra lejos de su potencial.
Comercio exterior: Las pymes destacan el superávit comercial como un factor positivo, gracias al impulso de las exportaciones. No obstante, advierten que la apreciación cambiaria y la pérdida de competitividad externa son aspectos a monitorear con atención.
Mercado laboral: En este rubro, el informe señala que la contracción del empleo y el cierre de empresas podrían persistir si no se logra una reactivación económica significativa. Esto impactaría de forma negativa en el poder adquisitivo y en el consumo interno.
Un futuro con desafíos y riesgos
El IPA concluye que, a un año de la gestión de Javier Milei, la economía argentina se encuentra en un proceso de ajuste prolongado. Si bien algunos indicadores macroeconómicos han mostrado avances, estos son insuficientes para hablar de un cambio de tendencia.
«Es fundamental consolidar la estabilización macroeconómica para sentar las bases de una recuperación sostenible«, remarca el informe. Sin embargo, advierte que el panorama para el 2025 no está exento de riesgos y desafíos, lo que obliga al sector pyme a adoptar una postura cautelosa.
A pesar del moderado entusiasmo que genera la mejora en ciertos indicadores, las pymes subrayan la necesidad de políticas claras que impulsen la actividad económica, promuevan la inversión y fortalezcan el mercado interno. Sin estas condiciones, el camino hacia una recuperación sostenida seguirá siendo incierto.
En este contexto, las pequeñas y medianas empresas se posicionan como un sector clave para el desarrollo económico del país, aunque su reactivación dependerá de decisiones económicas que logren generar confianza y estabilidad a largo plazo.
