El exdiputado de la Nación y figura política de perfil oscilante, Facundo Moyano, lanzó fuertes críticas contra Máximo Kirchner, Juan Grabois y su propio hermano Pablo. En un extenso análisis, Moyano responsabilizó a La Cámpora y otros sectores del kirchnerismo por el ascenso de Javier Milei, describiendo al líder libertario como “el resultado de la patética y funesta gestión de gobierno que tuvo Alberto Fernández”. Sin embargo, sus declaraciones dejan entrever una búsqueda de reposicionamiento político más que una propuesta de soluciones concretas.
En sus declaraciones, Moyano destacó el desprestigio de la CGT y cuestionó la falta de acción de los dirigentes durante la gestión de Fernández, así como a la pérdida del poder adquisitivo y los niveles alarmantes de pobreza infantil. Según Moyano, “durante los años del kirchnerismo se perdió poder adquisitivo de manera muy fuerte”, pero la CGT permaneció callada, lo que, en su opinión, terminó por desacreditar a la institución.
“El paro a los 40 días del inicio del gobierno de Milei evidencia la hipocresía de un sindicalismo que no actuó con la misma firmeza cuando el kirchnerismo profundizó la crisis”, afirmó. Además, acusó a los gremios de estar “aburguesados” y de mantener un sistema que institucionalizó la precarización laboral y la pobreza.
Duras palabras contra La Cámpora y Máximo Kirchner
Moyano apuntó directamente a Kirchner y La Cámpora, refiriéndose a ellos como una «orga de izquierda» que transformó al peronismo en un partido alejado de sus raíces. “Los pibes para la liberación no liberaron nada. Nos trajeron a Milei”, expresó con dureza, dejando claro que, a su juicio, la inacción y los errores del kirchnerismo allanaron el camino para el ascenso de Milei.
Además, Moyano señaló que el kirchnerismo no logró brindar soluciones reales a los problemas estructurales de Argentina y criticó la lógica hereditaria que domina tanto en la política como en el sindicalismo. “La política hereditaria, el sindicalismo hereditario, y te está hablando un Moyano… eso tiene que cambiar”, dijo, marcando distancia incluso con su propio apellido.
¿Un discurso de reposicionamiento político?
Aunque Moyano criticó con vehemencia a distintos sectores del kirchnerismo y el sindicalismo, su discurso no estuvo exento de contradicciones. Por un lado, denunció el oportunismo político de La Cámpora y otros sectores, pero, por otro, evitó profundizar sobre sus propias acciones dentro del sistema sindical que cuestiona.
Además, aunque se muestra crítico de las políticas de ajuste de Milei, reconoció que «ordenar la macroeconomía» era necesario, sin ofrecer alternativas concretas al sacrificio que denuncia. Sus declaraciones parecen más un intento de recuperar relevancia política que un planteo con soluciones reales.
El dilema de una oposición sin proyecto
Moyano también destacó la falta de un proyecto de país tanto en el kirchnerismo como en el gobierno de Milei. “Siempre discutimos proyectos electorales y nunca proyectos de país”, afirmó, dejando entrever una crítica que incluye a toda la clase política. Sin embargo, sus propuestas para una democracia sindical o reformas laborales carecen de claridad, mientras su discurso se enfoca en señalar errores ajenos.