El Gobierno de Javier Milei, bajo la conducción de Luis Caputo en el Ministerio de Economía, habría coronado el 2024 con un logro histórico: el primer superávit financiero en 16 años. Esta marca se alcanza en medio de un contexto económico complicado, señalado por la necesidad de ajustar el gasto público, reducir el déficit fiscal y enfrentar las presiones externas. Sin embargo, el país parece estar avanzando hacia la estabilidad económica, según las proyecciones de la cartera económica.
Desde que asumió el cargo, Caputo ha enfocado sus esfuerzos en reducir el gasto público, un objetivo clave de su política económica. El superávit financiero registrado a finales de 2024 es un claro reflejo de ese enfoque. Aunque el mes de diciembre mostró un déficit estacional, la previsión oficial es que, a pesar de esta caída, el resultado anual termine con un superávit de entre el 0,2% y el 0,3% del Producto Bruto Interno (PBI). En términos reales, esto marca un cambio significativo respecto al panorama financiero de años anteriores, cuando el déficit era una constante.
Caputo y su equipo han mostrado un compromiso constante con el equilibrio fiscal, a pesar de las dificultades políticas y económicas. En este sentido, se destaca la promesa de Milei y Caputo de reducir impuestos y mantener un enfoque fiscal austero, que, según los analistas, permitirá a Argentina «vivir dentro de sus posibilidades», algo que parecía impensable hace pocos años.
El rol de la austeridad y las reformas estructurales
A lo largo de 2024, el Gobierno ha logrado un ajuste fiscal sin precedentes, especialmente en términos del recorte de gasto público. Desde el principio del año, las transferencias de capital a provincias, la inversión directa y las transferencias corrientes a provincias se han reducido drásticamente, lo que ha sido clave para generar el superávit fiscal.
Además, a pesar de algunos aumentos de impuestos como el Impuesto PAIS y las actualizaciones de Ganancias y Combustibles, el foco del Gobierno ha estado puesto en la reducción de los gastos. Según datos oficiales, el gasto primario ha caído un 29% en términos reales, mientras que los ingresos se redujeron en un 7%. Esta contención del gasto ha sido la piedra angular de la política económica de 2024.
El impacto en el mercado y los pronósticos para 2025
El resultado de 2024 ha sido bien recibido por los mercados financieros. Los inversores y analistas coinciden en que el Gobierno ha cumplido con su compromiso de mejorar la estabilidad fiscal y monetaria, lo que ha generado un aumento en la confianza en la economía argentina. El superávit primario logrado por Argentina, que no se veía desde hace muchos años, fue fundamental para lograr este respaldo, y ha permitido que el país mantenga sus compromisos de deuda.
Para 2025, el desafío será mantener el equilibrio fiscal mientras se implementan nuevas reformas y se mantiene el control de la inflación. Según los datos presentados en el presupuesto de 2025, se espera un superávit fiscal más moderado, en torno al 0,19 billones de pesos para el sector público nacional. El Gobierno también planea seguir reduciendo subsidios energéticos, lo que generará más ingresos, mientras que los subsidios energéticos seguirán cayendo.
El futuro del ajuste fiscal y los subsidios
Uno de los aspectos más relevantes del plan de Caputo es la reducción progresiva de los subsidios, especialmente los energéticos. Según los datos oficiales, los subsidios energéticos cayeron más del 30% en 2024, y se espera que en 2025, la cobertura promedio de estos subsidios se reduzca al 85% del costo, lo que podría generar un ahorro significativo para el Estado. Esta medida, si bien puede generar resistencia en ciertos sectores de la sociedad, se considera crucial para consolidar el ajuste fiscal y garantizar la estabilidad económica en el futuro.