Con el comienzo del año nuevo, algunas resoluciones ya quedaron obsoletas, como la del congelamiento de la dieta de los legisladores en el Senado. De esta manera, en el mes de enero un dirigente cobrará 9,5 millones en bruto. Todo esto es a raíz de que no se extendió el congelamiento salarial para los funcionarios, una decisión que tiene a Victoria Villarruel en el ojo de la tormenta.
El aumento es automático porque el salario de los legisladores se fijó en 2.500 módulos -el sistema empleado para determinar los sueldos de los trabajadores del Congreso- más 1.000 módulos por gastos de representación y 500 por desarraigo. De esta manera, el incremento ya está pactado, aunque podría haber marcha atrás si hay acuerdo y se prorroga la decisión de mantener fijos los sueldos antes de que se haga la liquidación.
Esto quiere decir que si en las próximas dos semanas no se extiende el congelamiento, los salarios del Senado aumentarán. Durante el año el módulo fue aumentando su valor, pero por el congelamiento que habían aprobado, los senadores no percibieron cambios. Ahora que venció la resolución, la dieta se calcula otra vez sobre los módulos actualizados y eso implica un importante incremento.
Senado: Victoria Villarruel envuelta en un escándalo
Al conocerse que la medida llegaría hasta el 31 de diciembre, el PRO, La Libertad Avanza y la UCR exigieron a la vicepresidenta de la Nación que extienda la suspensión de los aumentos por vía administrativa, es decir firmar una nueva resolución. Sin embargo, la dirigente se negó porque quería que el tema se votase en el recinto.
Como eso no sucedió y el Congreso no trabaja durante enero, no habrá debate ni votación por parte de los senadores, solamente podrá haber marcha atrás si así lo dispone la presidenta del cuerpo. En este contexto, las críticas para Villarruel de parte de sus compañeros de partido y aliados no tardaron en llegar, remarcando que no estaría cumpliendo con lo prometido por el mandatario en su campaña a presidente.
Más allá de que Villarruel afirme que eso se debe votar en el recinto, la decisión fue exclusiva de ella porque es la propia vicepresidenta quien convoca a las sesiones, algo que no hizo. Esto quiere decir que no solo decidió no extender el congelamiento salarial, sino que tampoco convocó para que se vote, tal y como dijo que debería hacerse.
