El Gobierno argentino cerró este lunes las negociaciones con la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que llegó la semana pasada a Buenos Aires. Los encuentros se centraron en avanzar en un nuevo programa financiero que permita reforzar las reservas internacionales con hasta US$ 12.000 millones y avanzar hacia el levantamiento del cepo cambiario en 2025.
“Vienen bien las negociaciones”, aseguró un funcionario del Ministerio de Economía tras participar de las reuniones encabezadas por Luis Caputo, en conjunto con técnicos liderados por Luis Cubeddu, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Expectativa por los anuncios desde Washington
Ahora, las miradas están puestas en la conferencia de prensa que la vocera del FMI, Julie Kozack, ofrecerá este jueves desde Washington. En esta instancia, el organismo detallará el estado de las conversaciones que, hasta el momento, se han manejado con absoluto hermetismo.
Desde diciembre, el FMI analiza el pedido formal de Argentina para refinanciar su deuda, mientras el país se prepara para afrontar el próximo lunes un vencimiento de US$ 640 millones en intereses. Este pago reducirá aún más las debilitadas reservas del Banco Central, que se encuentran en su nivel más bajo en la última década.
Medidas para aliviar la presión económica
En el marco de las negociaciones, el Gobierno implementó medidas para fortalecer el ingreso de dólares. Este lunes se oficializó un decreto que reduce temporalmente las retenciones sobre los principales productos agrícolas, con el objetivo de anticipar exportaciones y reforzar las reservas.
Sin embargo, esta decisión implica un costo fiscal significativo. Según un informe de la Fundación Capital, las rebajas representan un impacto anual del 0,3% del PBI. A pesar de ello, se espera que estas medidas ayuden a acercar posiciones con el FMI en temas sensibles como el régimen cambiario y el déficit fiscal.
Reestructuración de deuda y perspectivas en el mercado
Por otro lado, la semana pasada se concretó un canje de deuda en pesos con una adhesión del 64%, lo que permitió postergar $14 billones en vencimientos. Este movimiento fue interpretado como una señal de confianza hacia la hoja de ruta diseñada para eliminar el cepo.
Además, con el apoyo del presidente estadounidense Donald Trump, las relaciones entre el Gobierno de Javier Milei y Estados Unidos se fortalecieron, lo que podría facilitar nuevas líneas de financiamiento.
Moody’s y el riesgo país
En este contexto, la calificadora Moody’s mejoró la nota de la deuda soberana argentina en moneda extranjera, aunque advirtió sobre los riesgos latentes. Las reservas bajas, la persistencia del cepo cambiario y la incertidumbre respecto a los próximos pagos de la deuda generan dudas entre los inversores.
Con los detalles del acuerdo con el FMI aún por conocerse, el país se enfrenta al desafío de equilibrar medidas de ajuste y crecimiento económico, mientras avanza hacia la eliminación de restricciones cambiarias y la estabilización financiera.