Funcionarios israelíes confirmaron que Jerusalén está en las “etapas avanzadas” de un acuerdo con Hamás para liberar a los rehenes capturados tras el ataque del 7 de octubre de 2023. Israel y Hamás avanzan en acuerdo: en una primera fase, Hamás entregaría a 33 personas consideradas rehenes “humanitarios”, incluyendo niños, mujeres y personas mayores. A cambio, Israel se comprometería a liberar prisioneros palestinos.
Según las fuentes, esta liberación comenzaría en paralelo con un alto el fuego. Posteriormente, se negociará la segunda etapa del acuerdo, enfocada en liberar a soldados israelíes y otros hombres capturados, junto con la entrega de cuerpos de rehenes fallecidos.
Medidas estratégicas para mantener el control
Mientras tanto, Israel mantendrá una posición estratégica en Gaza. Tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) establecerán una zona de amortiguación para proteger comunidades fronterizas, aunque las autoridades israelíes recalcaron que no retirarán completamente su presencia hasta garantizar el regreso de todos los cautivos y cumplir los objetivos militares.
Por otro lado, el gobierno israelí liderado por Benjamín Netanyahu seguirá controlando el Corredor Filadelfi, una región clave en la frontera con Egipto, lo que permitirá monitorear posibles movimientos de armas hacia Gaza.
Mediación internacional y presión diplomática
Israel y Hamás avanzan en las negociaciones y han contado con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos. Representantes de inteligencia israelí, como el Mossad y Shin Bet, y líderes internacionales han trabajado intensamente en Doha para cerrar un acuerdo viable. Qatar anunció un avance significativo tras entregar un borrador del pacto tanto a Israel como a Hamás.
Sin embargo, dentro de Israel, las negociaciones generan divisiones. Familiares de rehenes protestaron contra el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, por su oposición al acuerdo, presionando al gobierno de Netanyahu para priorizar el regreso de los cautivos.
Impacto humanitario en Gaza
En medio de las negociaciones, la población de Gaza sigue enfrentando una crisis humanitaria. Más de dos millones de palestinos viven en campamentos temporales, mientras los ataques han dejado barrios destruidos y recursos básicos agotados.
Obstáculos pendientes
Aunque ambas partes han mostrado avances, quedan detalles críticos por resolver antes de que el acuerdo sea firmado. Una fuente palestina en Doha describió las negociaciones como “prometedoras” pero subrayó la necesidad de superar diferencias finales.
Si el pacto se concreta, marcaría un avance crucial para mitigar la violencia en la región y devolver algo de estabilidad tras meses de conflicto.