El presidente Javier Milei publicó este mediodía una nota de opinión en el diario La Nación. Allí presentó un análisis sobre los mecanismos para lograr el crecimiento económico ansiado en Argentina. Además, subrayó la importancia de haber reducido la inflación y otros índices sin afectar a la población.
Hasta antes de pasar el primer trimestre como presidente, Javier Milei tenía en su biografía de Twitter una breve descripción de su persona. Esta era «especialista en crecimiento económico con o sin dinero». En su acto de asunción, las primeras palabras que emitió y calaron hondo en la sociedad fue «No hay plata».
Desde el 10 de diciembre de 2023, Argentina y sus habitantes transitan una serie de cambios económicos, sociales, políticos y judiciales. Y Javier Milei, junto a su partido son los principales responsables. En la nota de opinión que envió a La Nación señala que este gobierno incluye «la reforma más ambiciosa de la historia», incluso mayor a la de Carlos Menem.
Sin embargo, además de su conocimiento en las corrientes económicas capitalistas, el orgullo de Milei es otro. Haber conseguido gráficos en verde luego de profundos recortes, ajustes y despidos, es el mayor logro que el presidente se arroga.
En primer lugar, Javier Milei señala que todo sacrificio implica una fuerte recompensa. En este sentido, «la estabilidad es una precondición necesaria para crecer», señala en su nota. Allí, enumera los diferentes puntos que derivaban en el déficit y la pobreza estructural argentinas.
Por un lado, menciona la presencia sistemática de déficit fiscal. Luego, profundiza, «inflación fruto de la emisión monetaria para financiar al fisco, y desequilibrio externo aunado a brecha cambiaria, pérdida de reservas y endeudamiento constituyen un cóctel explosivo que nos hacía vivir el borde del abismo y con ello destruía todo tipo de visión que excediera el día a día».
Los hitos de la gestión libertaria
La eliminación «de cuajo» de todos los puntos que señaló Milei es la razón por la cual se está dando el crecimiento. En este punto, el economista subraya que esto se logró «(i) sin expropiar activos; (ii) sin controles de precios; (iii) recomponiendo tarifas y (iv) sin fijar el tipo de cambio».
Sin embargo, ¿esto realmente sucedió? El primer punto, sí. Al igual que en los gobiernos anteriores de Mauricio Macri y Alberto Fernández, por el momento, no ha existido ninguna expropiación. Por el contrario, y al igual que en el gobierno de Macri, sí se plantea la privatización de las empresas pertenecientes al Estado.
El segundo punto, por el contrario, puede quedar en tela de juicio. A mitad del primer año de gobierno se publicó la página web «Precios claros». Allí, a diferencia de las propuestas de «Precios cuidados» o «Precios justos», se establece una suerte de catálogo de promoción de precios. Uno como comerciante puede registrar su negocio y un consumidor puede verificar que exista un correlato. Esta medida incentiva la competencia de precios, al establecer un promedio que hace de umbral para el armado de precios.
Asimismo, el punto número tres, también puede encontrarse. Al igual que en el gobierno macrista, hubo un «sinceramiento» de precios. La posibilidad de que se elimine el IVA, tema pendiente para el siguiente año de gobierno, permanece como un deseo utópico de una caida de precios no deflacionaria.
Finalmente, el tipo de cambio no tuvo un control específico. Sin embargo, sí fue negociándose el valor del dólar real, hasta quedar equiparado con el «libre».